miércoles, 20 de agosto de 2014

The Union~Capítulo 45

(Christine)
-Oh, no me digas que estás celoso. -Le digo para chincharle y me devuelva el móvil.
-Sí, lo estoy. ¿Algún problema?-No puedo evitar sorprenderme y sonrojarme ante su respuesta, no esperaba que dijera que si. Apartó la mirada automáticamente. -No apartes la mirada,-me coge de la barbilla y hace que le mire.-mírame a mi y háblame a mi. Sólo a mi. Por favor.
Me ruborizo más cuando me dice eso y su cabeza se acerca cada vez más a la mía y sus labios a los míos. Está tan cerca que puedo notar su respiración. Cuando nuestros labios están a tan sólo unos centímetros, oigo que abren la puerta.
-Vaya, vaya, que atrevidos e impacientes son los jóvenes de hoy en día.-Nathan se aleja de mi despacio bajo la atenta mirada de la enfermera que esconde la mitad de su cara detrás de la carpeta.-Por mucho que os deseéis, ¿no puedes esperar hasta que por lo menos no lleves tubos?-Deja la carpeta en la mesita que hay entre las dos camas y vuelve a colocarle los tubos intravenosos correctamente mientras yo me río.
-Lo siento, no lo volveré ha hacer...
-Además si no recuerdo mal, la herida se abrió hace poco, ¿verdad? No se cómo puedes levantarte y hacer eso con un dolor tan horrible. Supongo que el deseo por tu compañera es más fuerte.-Me río por lo bajo y él, sonrojado, aparta la mirada de la enfermera.
Era una enfermera bajita, regordeta y al parecer, con sentido del humor, me gusta.
Cuando termina de colocarle los tubos, viene a mi para examinarme. Cómo ve que no hay ningún desperfecto, coge la carpeta y la abre.
-Nathan Kenway y Christine Yovanoff, ¿cierto?-Ambos asentimos.
-Bien, 18 y 16, respectivamente.-Volvemos a asentir.- Heridos de bala, misteriosamente... Debo haceros una advertencia, es posible que cuando la herida cicatrice, podáis perder un poco de movilidad del brazo y problemas de circulación pero el problema de circulación no se dará porque no ha rozado ni roto ningún vaso sanguíneo de la zona. Aunque por lo visto, el joven puede mover sin problemas el brazo a si que estaremos observando su evolución señorita Yovanoff.
-Vale, gracias.-Sonrio.
-Ahora vendrán a cambiaros los vendajes. Yo me voy, adiós.
-Adiós.-Decimos al unísono y cuando la puerta se cierra, me mira.
-¿Q-qué?
-Me he quedado con la ganas.-Noto calor en mis mejillas y giro la cabeza, el se ríe.
-I-idiota, n-no te rías.-Me tranquilizo y vuelvo a mirarle.-Me alegro de que te haya interrumpido.
-Lo he notado y también la gracia que te ha echo sus comentarios sobre el deseo y esas cosas.
Nos miramos mutuamente a los ojos y terminamos riéndonos a carcajadas de lo ocurrido.
La verdad, es que en ese momento, me hubiera gustado que me besará.

viernes, 1 de agosto de 2014

The Union~Capítulo 44

(Nick)
Miro al techo, miro al móvil. Al techo, al móvil. ¿La llamó o no la llamó? Llevo así un rato desde que me he levantado. Me gustaría llamarla pero no se que decirla. ¿Estaría bien invitarla a salir así por las buenas? No se, creo que me gusta y no se si quiero hacer lo que hago siempre porque siempre la cagó.
Al final decido llamarla después de mucho meditarlo. Busco en la agenda... Paula White... Aquí está. Y sin pensar, pulso la pantalla y se mi móvil se pone en estado de llamada.
Un pitido. Dos pitidos... Tres pitidos. Vale, no lo cogerá. Cuatro pit...
-¿Si?-Oigo una voz femenina, obviamente ya que es una chica. Parecía que estaba cansada.
-Ho... Hola Paula... Soy Nick Thomp...

-Ah... Sí... Hola Nick.-Su tono parece más alegre.

-Me preguntaba si te había despertado o algo al principio parecía que tenías la voz algo...

-Oh no, ya estaba despierta pero creía que eras un productor y quería hacerme la enferma.-Dice entre risas.

-Menos mal.-Suspiro y ella ríe a través del móvil.- También me preguntaba si hoy estabas libre y te gustaría ir a tomar algo.

-Me encantaría. Conozco un buen lugar y tengo la sensación de que te encantará.-No puedo evitar esbozar una sonrisa.-¿Te importaría si quedamos en la estación Sur a las... Cinco?

-Me parece bien. Me parece bien que elijas un lugar, sinceramente no sabía dónde llevarte.-Ambos reímos.-Allí nos veremos.

-Adiós.-Dice muy contenta al parecer y cuelga. No podría estar más feliz ahora mismo.

Vale... Son las doce de la mañana... ¡Falta muchísimo! Para matar algo de tiempo llamaré a Nathan. Busco "princeso" en mi lista de contactos y pulso al icono del teléfono verde.
Un pitido... Dos pitidos... Tres pitidos... Cuatro pitidos... Cinc...
-¡Nick! ¿Qué quieres?-Está enfado, ¿por qué? ¿Habré interrumpido o algo? Me río para mis adentros.
-Ey tío, primero te me relajas,¿eh?
-Vale... Vale... Pero, ¿qué quieres?
-Estás en el hospital. Ingresado por una herida de bala. Son tu amigo, estoy preocup...
-Estás aburrido, no mientas Nick. Por cierto... Cuando salga te machacaré en el Tekken.-Vale, le he interrumpido. Esa es su forma de decirme que me va a matar. Noe siento querido y cuelgo.
Vale, ya me he divertido un rato pero sigue siendo muy pronto.

Cuando llegó al sitio acordado, ella ya estaba allí, apoyada en una farola y mirando el móvil, está escuchando música con esos cacos tan enormes. Yo también iba escuchando música por el camino pero... Da igual. Nada ver a alguien con el pelo morado la he visto. Con esos pantalones rotos negros y su camisa roja.
Me acercó por detrás suya y le pongo una mano en el hombro. Cuando se sobresalta, no puedo evitar reírme hasta que las lágrimas salen de mis ojos.
-¡Jo!-Se quita los casco y se los pone al cuello.-¿Otra vez?
-Sí, lo siento.-Digo sin parar de reír. Me echa una mirada punzante pero termina riendo ella también.
-Tendré que estar en guardia cada vez que nos veamos, supongo.-Cada vez que nos veamos... Entonces... ¡Quiere que quedemos más veces!
De camino al sitio que me había mencionado por teléfono, intercambiamos opiniones sobre música, películas y demás. Se ríe de casi todas la paridas que digo, eso le suma más puntos.
Un vez allí, tomamos algo y ya entiendo porque dijo que me encantaría, ¡está decorado con un montón de cantantes famosos que habían pasado por ahí. Había guittarras, bajos y un póster de una batería colgados en las paredes. También hay muchos libros, hasta cómics. ¡Este sitio es genial!
-Ya entiendo porque decías que tenías la sensación de que me encantaría.
-Nada más que te vi, note que teníamos gustos parecidos pero nunca me imaginé que tantos como tampoco imaginé que me llamarías tan pronto.
-Oh... Lo siento... Podría haber espera...
-No, no,no, está bien. Me alegra que me llamarás. Hace mucho que salía con alguien como tú y es muy divertido.-Sonríe y sonrió yo también.
Después, fuimos a una tienda de discos, de las mejores que he pisado en mi vida. Y se nos hizo tarde enseguida.
Volvimos al punto de encuentro y nos despedimos cuando me di la vuelta para irme, sentí que alguien me agarra y me abraza por detrás.
-Gracias, me lo he pasado muy bien.-Paula me suelta y cuando me giro para contestarla, ya está entrando en la estación. Sonrió y me voy a mi casa, feliz por ese día. Me pongo mis cacos y me sumerjo en los recuerdos de hoy.

viernes, 18 de julio de 2014

Dragon XII

-Entiendo. Así que te salvó cuando naufragaste.-El viejo Harold mira a su hija, parecen algo sorprendidos.
-Así es. Me prometió que si la acompañaba hasta donde tenía que ir, me llevaría a casa.
-Ya veo.-Aileen se levanta tras decir eso y recoge su parte de cubiertos y vuelve a por los de su padre. Oliver se levanta y Aileen se vuelve a acercar y se lleva los de Oliver.-Parece que Aisha te aprecia.-Susurra la joven.
-¿Qué?-Pregunta el joven que había oído el murmullo pero sólo había entendido "Aisha".
-Bueno...-Comienza a decir Harold y mira a su hija. Parecían estar discutiendo telepaticamente si se lo contaban o no. Al final, después de unos segundos, ella termina asintiendo.-Verás muchacho...-Vuelve a mirar a Oliver que se sienta de nuevo.-A Aisha no le gusta el agua es como una especie de gato pero tiene una explicación. Ella controla el fuego y el agua, como debes saber, es una debilidad del fuego y aparte de eso, tiene un pequeño trauma y no sabe nadar. Por eso nos has sorprendido tanto que nos contarás que te salvo de morir ahogado.
Oliver se pone a pensar el porqué le salvó. Y por fin lo entiende."Aisha". "Parece que Aisha te aprecia".
-Aisha suele salvar a la gente. No es mala como dicen que es. Pero aún así, está muy sola. Por eso te salvó y te ofreció ese trato. 
Se oye mucho ruido de la habitación donde estaba Brown pero el ruido cesa de repente. Los tres bajan la guardia y respiran hondo.
-¡Papá, mamá!-Grita Brown y alarmados, los tres van corriendo a la habitación y ven a una Aisha llena de sudor, con lágrimas saliendo y resbalando por sus mejillas pero aún inmóvil.
Aisha sigue soñando esa cosa tan terrible y no para de resolverse. Aileen se acerca a ella, toma su mano y le acaricia su cara haciendo ruidos para que se calme.
-Ya está... Ya pasó todo Aisha. Tranquila.
Oliver observa la escena sintiéndose inútil. Llevaba viajando con esa chica unos días y no sabía que algo la atormentaba de esa manera. Al ver que se tranquiliza, Harold se lleva a Oliver fuera de esa sala mientras Aileen sigue agarrandola de la mano.
-No tienes porqué sentirte así, Aisha no suele hablar mucho de ella. De echo nunca habla de ella y siempre intenta evitar el tema.
-Me gustaría saber que la atormenta tanto.
-Eso es algo que tiene que decidir si contártelo o no pero si te puedo decir porque está tan apurada para llegar a su destino.
-Por el momento, me parece mejor saber dónde me dirijo.
-Os dirigís a Kushu, la ciudad dónde está el grupo al que pertenece, Windmill.

miércoles, 16 de julio de 2014

The Union~Capítulo 43

(Nathan)
Cuando abrí los ojos, me ciega un rayo de sol y cuando se me aclaró la vista, vi lo quería ver, Christine seguía allí tumbada y aún dormida. Parecía en paz como si nada hubiera pasado.
Me incorporó y miro por la ventana que hay detrás de ella aunque sólo se divisaban unas pocas copas de árboles y un par de árboles más grandes que los otros.
-Buenos días.-Al bajar la mirada veo que Chris me sonríe.
-Buenos días.-Yo también sonrió.
Se incorpora y mira también por la ventana.
-Es una pena que no tengamos buenas vistas.
-Pues si... Nos pasaremos viendo copas de árboles durante una buena temporada.
-A no ser...
-A no ser... ¿Qué?
-Ya sabes a lo que me refiero Nathan pero tú no querrás.
Se hace el silencio. Odio estos momentos. Claro que quiero salir de aquí pero escaparse no es buena idea.
En ese momento, la puerta de la habitación se abre estrepitosamente y una hiperactiva Anne Walker hace su aparición.
-¡Anne!
-¡Christine!- Se acerca a su cama.-¿Qué te ha pasado?
-No es nada grave tranquila An.-Anne la mira de manera dudosa y se gira a mirarme.
-Deberías haberla protegido, los amigos se protegen.
-Yo no tengo la culpa de que terminaramos así además yo también estoy herido.
-Pero ella es más importante que un despojo como tú.
-¿¡Qué has dicho!? Maldita marginada.
-¿Yo? ¿Marginada? Perdona pero aquel él único marginado ere...
-¡Basta ya! Parecéis unos putos críos. Daos cuenta de dónde estáis, estáis en un hospital. Dejaos los piques hasta que salgamos de aquí. ¿Vale?-No recordaba que Christine tenía esos prontos. Anne me mira, parece que ella también se ha cagado.
-Vale-decimos al unísono.
-Así me gusta.
-No sabía que dabas tanto miedo. Había venido solamente a verte y traerte esto.-Y le muestra la cesta llena de fruta que había mantenido a su espalda todo este tiempo.
-Oh, muchas gracias An.-Se abrazan.
-De nada, Chris. Ya nos veremos tú y yo.-Me dice con los ojos entrecerrados.
-Lo espero con ansias.-Nos miramos desafiantes. Anne se va hacía la puerta.
-Adiós Chris tengo que volver al trabajo.
-Vale, adiós An. Gracias por venir.
-De nada mujer.-Se sonríen y antes de cerrar la puerta, Anne se vuelve a asomar.-Él otro día me encontré a Robert. Estaba preocupado porque llevabas bastante sin pasarte por el club. Asegurate de llamarle.
-Vale.-Anne sale de escena.
Yo me pregunto por qué se ha echo amiga de las personas que más odio. Bueno a Anne no la odio, como ella la tomo conmigo yo la tome con ella. Pero con Luke y Robert. ¿Por qué? Cuando se dispone a llamarle, como un autorreflejo, le quitó el móvil.
-¿Qué haces?-Protesta Chris.-Devuelveme el móvil.
-No. No habláras con Luke o Robert mientras yo esté en tu presencia.
-Oh, no me digas que estás celoso.

"No me digas que estás celoso". "Sí, lo estoy" Habla sólo conmigo, estoy delante tuya.
-Sí, lo estoy. ¿Algún problema?-Puedo notar la sorpresa de Christine tras mi respuesta y como sus mejillas iban tomando un tono rojizo.-No apartes la mirada,-le cojo la barbilla y hago que me mire.-mirame a mi y háblame a mi. Sólo a mi. Por favor.

martes, 15 de julio de 2014

Dragon XI

Pasan las horas y todo sigue como antes, el viejo y la chica curándola y Oliver en la misma sala y en la misma postura aún comiéndose la cabeza por lo sucedido.
Desesperado, se levanta y mira por la ventana. No se había dado cuenta de que había pasado tanto tiempo. Habían llegado de día y ya estaba anocheciendo. Oliver pensaba que ellos habían tenido complicaciones y empezó a inquietarse. De la chimenea hasta las ventana,de la ventana hasta la chimenea y así repetidas veces hasta que el hombre canoso sale de la habitación sudoroso y se quita los guantes llenos de sangre.
-Bueno muchacho, lo primero de todo antes de que rompas algo,=Oliver ya había clavado la mirada en aquel hombre pero no se había detenido. Cuando se dio cuenta que iba a continuar, Oliver se detiene.- Aisha está bien. Ha sido muy difícil reconstruirla pero esta bien solamente necesitará descansar mucho y demasiado tiempo de reposo.
-Está bien, gracias por su ayuda. Soy Oliver.-Tiende la mano.
-Yo Harold.-En ese momento, la chica sale de la habitación con todas las herramientas usadas en la curación de Brown ensangrentadas.-Ella es mi hija Aileen.
-Puedes ver a Aisha.-Dijo Aileen en un tono frío dejando el cubo con los utensilios al lado de una pila de agua dispuesta a lavarlos.
Oliver pasa a ese cuarto y al ver a Brown tan indefensa y malherida, él se derrumba. Todo ha sido culpa suya. Sin poder evitarlo, llora encima de las blancas sábanas que recubrían el cuerpo inmóvil de Aisha y sin parar de pedir perdón.
-Ella no te culpará.-Sorprendido, Oliver levanta la cabeza y ve a Aileen apoyada en el marco de la puerta.-Ella puede tener una personalidad retorcida a veces pero en realidad es una buena persona. No se que habrá pasado pero seguramente que no te culpará, de eso estoy segura.
-Gracias Aileen.=se seca las lágrimas.
-Anda ven y cena con nosotros. No siempre viene alguien acompañado a Aisha.
Salen de ahí y van a la sala inicial. Allí está Harold con una olla en el fuego de la chimenea. Con un gesto amable, indica a Oliver que se siente en la mesa y al cabo de un minuto, le sirve un plato de guiso.
-Esto es todo lo que podemos ofrecerte Oliver.
-No se preocupe Harold, es más que suficiente.-Aileen coloca un vaso de agua delante del chico y se sienta a su lado para comer.
-Bueno Oliver, cuéntanos lo que te hizo viajar con Aisha.
-¿No me vais a pedir una explicación de lo ocu...?
-Ya habrá tiempo para eso además es mejor para ti mantener eso fuera de tu cabeza.-Dice Aileen.
-Aileen tiene razón, esperaremos que Aisha se despierte para que nos contéis lo ocurrido. Ahora cuenta, es bastante inusual que ella viaje con alguien.
-Pues vereis... Era un día de mucha niebla y yo...
En aquella acogedora casa, en ese preciso instante Oliver les contó a Harold y Aileen la historia de cómo conoció a Aisha.

domingo, 29 de junio de 2014

The Union~Capítulo 42

(Nick)
Mientras bajaba por el ascensor estaba pensando en la movida que han tenido estos. Pero...  ¿Por las barbas de Poseidón? ¿Qué demonios? No puedo evitar reírme después de salir del hospital. A Nathan cada día se le va más la olla. Todavía es pronto y me apetece... Pues lo de siempre. Pronto cerrarán así que me voy a dar prisa.Cuando bajo la escaleras me doy cuenta de lo cansado que estoy y antes de derrumbarme en la barra, miro al escenario y me fijo en el grupo. Son muy buenos y la vocalista es... Muy guapa. 

Cuando llamo la atención de Betty, sin abrir sin tan siquiera la boca, me sirve una monster bien fresquita.  Bebo un gran trago y por fin me siento normal.

-¿Qué pasa forastero?

-He venido corriendo. Por cierto... ¿Quiénes son?-Digo señalando al escenario y sin quitar la vista de la vocalista.

-Son muy buenos, ¿verdad? Se hacen llamar The Whisper Of Your Bullet . Es el último grupo de hoy y el mejor de hoy. Y... -Me da codazos,- la chica es guapa eeeh... Deberías felicitarles después e invitarla a salir.

-No creo que pero lo intentaré-me encojo de hombros- total, no pierdo nada por intentarlo.
Me puse ha pensar sin quitar el ojo del escenario, sobre la vocalista, que parecía que tenía la misma edad que yo. Iba vestida completamente de negro y lo que más resaltaba de ella era su pelo su pelo morado. Tenía una voz que no había escuchado en mi vida creo que la mejor que he escuchado en mi vida.
-¡Muchas gracias a todos!-Dice la chica por el grupo entero y al hacer la reverencia, el público que había, que no era poco, los vitoreaban.-¡Sois un público estupendo!-Todos los miembros se despiden y salen del escenario por una de las dos patas que tenía.
-Vamos tigre, a por ella.
-Betty, a veces me avergüenzas.- Betty me echa una mirada asesina y yo me dispongo a ir detrás del escenario.
Cuando llegó, ellos están bebiendo agua y riéndose. Ella tiene una risa muy... Pegadiza.
-Hola.-Todos me miran y me saludan salvo ella que al parecer la he asustado y mientras sus compañeros se ríen de ella, se gira hacia mi.
-Hola-suelta un risita nerviosa- me has asustado un pelín.
-Lo siento, sólo venía a deciros que sois geniales. Y espero que volváis otro día.
-Sí, seguro. Nos hemos sentido muy acogidos por vosotros a si que volveremos.-Dice el batería. Era un hombre con cresta punk rubia y ojos azules.
-Nos alegra tener a un fan en nuestra primera actuación.-Dice el bajista. Un tío lleno de tatuajes en el pecho.
-Johnny te lo pedimos por favor, ponte algo.-Dicen la chica y el guitarrista moreno.
-JAMÁS.-Imita una risa malvada. Ahora el otro guitarrista que tenía rasgos asiáticos, le perseguía con una camiseta y juegan al pilla pilla.
-Siento que tengas que ver esto,-me dice la chica.-Por cierto, soy Paula White-me extiende la mano.
-Yo soy Nick Thompson-le estrechó la mano.
-Encantada Nick, me alegra que te hayamos gustado. Él-señala al batería,- es Kurt. El tipo que está correteando sin camiseta es Johnny. El que va detrás suya es Cho y el último moicano es Marco.
-Encantado Nick, esperamos volverte a ver en nuestra próxima actuación.-Se acerca Kurt y estrechamos las manos.
-Tened por seguro que estaré aquí la próxima vez.
Cho parece haber pillado a Johnny y le ha puesto una camiseta.
-Nick, gracias por venir aquí.-Dice Paula
-  ¿Eh? De nada... Siempre vengo cuando el grupo merece la pena y vosotros sois muy buenos.
-Muchas gracias Nick.-Coge mi mano y con un rotulador, me escribe algo. Cuando termina de escribir, miró lo que ha escrito. ¡Me ha escrito su número!-Bueno nosotros debemos irnos ya, llámame cuando quieras.-Me guiña un ojo y sale del local. Cada vez que salía uno se iban despidiendo de mi.
Salgo de allí y voy a la barra donde me espera Betty expectante, le enseñó mi mano y me enseña el pulgar, le enseñó en mío y salgo de allí. He conseguido el número de esa chica sin tan siquiera pedírselo, ahora mismo lo pasaré al móvil. Pero antes llegaré a casa.

miércoles, 25 de junio de 2014

Dragon X

-¡BROWN!- Chilla Oliver todavía sorprendido.
-Estúpida.-Chasquea la lengua y se rasca la cabeza.-Siempre ocurre lo mismo. Es tan penosa.
"Es tan penosa". Las últimas palabras del pelirrojo no paraban de resonar el la cabeza del aturdido Oliver que sigue observando el cuerpo ensangrentado de Aisha. Se levanta sin mirar al frente.
-Bastardo...- susurra aún sin mirar a la cara al chico.-¡PAGARÁS POR ESTO!-De repente una repentina y extraña luz dorada recubre a Oliver. Aisha no puede evitar sorprenderse. La cara de Dave también cambio. Oliver lanzó su ataque y Dave lo recibió de lleno. Dave y Aisha no habían visto eso jamás pero habían oído algo... No se podía creer que fuera él.
Cuando por fin desaparece todo ese resplandor dorado, Oliver cae al suelo mirando al frente con respiración entrecortada. Dave había desaparecido junto a aquella extraña luz. Cuando recobra su respiración, recuerda a Brown y se acerca a ella corriendo.
-Brown,-dice con un nudo nudo en la garganta a punto de llorar,- por favor no mueras.-La mano ensangrentada de Brown recorría la cara de Oliver. Ella estaba sonriendo.
-Aisha. Me llamó Aisha. Gracias Oliver.-De repente cierra los ojos y su mano cae al suelo.
-Aisha... Aisha por favor. No mueras...-Las lágrimas comienzan a caer sobre el cuerpo de Aisha. Rápidamente se las seca.-No hay tiempo para llorar, tengo que llevarla a algún sitio...-La ardilla aparece de repente junto a ella.-Tú...-La coge como puede y mira la ardilla.-¿Sabes dónde está la siguiente aldea, verdad? Conduceme hasta allí, te lo pido.
Parece que está le entendío y comenzó a correr seguido por Oliver y poco después había un gran portón. Y ahora surge la siguiente duda... ¿Donde la pueden atender? Su herida no es normal pero el no sabe localizar a magos... ¿Qué puede hacer?
La ardilla que olisqueaba el lugar comienza a correr de nuevo. Sin pensarlo, corre tras ella y al rato llegan a la puerta de una humilde casa casi a las afueras del poblado. Traga saliva y llama fuertemente a la puerta. Tras esperar unos segundos y que no halla respuesta hace que Oliver se decepcione y comience a caminar pero en ese instante se abre la puerta.
-¿Eres tú el que ha llamado?
-Em... Si.
-¿Qué quie...?-Mira la cabeza de Aisha que está apoyada en su hombro.-Oh, Dios mio. Aisha... Entra, entra rápido.
Asiente y pasa. La chica corre hasta entrar una habitación del piso de arriba. Al momento, sale junto a un hombre de pelo y barba negra  canosa  y con unas gafas redondas.
-Aileen, deprisa, prepara todo. Tranquilo, ahora nos ocupamos nosotros.
Oliver entrega el cuerpo a aquel desconocido que parecía conocerla.
-Ya está, padre.
-Bien. Ayudame. Esto va ser difícil.
-Esta bien. Muchacho, gracias por traerla a tiempo y no se preocupe, se recuperará.-Dicho esto, la menuda chica rubia y de ojos claros ayuda a su padre a curar la herida tan fea que había recibido Aisha.
Oliver no paraba de pensar que había sido culpa suya. Pone sus manos sobre sus rodillas y se sujeta la cabeza.
-Mierda, debo pensar antes de actuar pero... ¿Qué fue esa luz tan extraña? ¿La produccia yo? ¿Cómo he podido hacer eso? Yo lo soy mago.-Durante un buen rato, esos eran los únicos pensamientos que estaban en la  cabeza de Oliver.

martes, 24 de junio de 2014

The Union~Capítulo 41

(Nathan)
-¡ Podemos morir en cualquier momento!-Suaviza el tono de su voz.-Te mentiría si te dijera que ahora mismo no estoy asustada. Yo...-Se mira sus pequeñas manos- no quiero morir.-Las lágrimas empiezan a brotar de sus ojos. Cuando veo brotar esas lágrimas sin pensármelo ni un segundo siquiera, me quitó los conductos intravenosos y me levanto de mi cama. Siento que se me ha encogido el corazón. Quiero abrazarla.- Además...- Puedo notar como se le forma un nudo en la garganta pero pudo empezar a hablar.-Hace tiempo, me intentaron...-No la deje terminar. No quiero que recuerde cosas dolorosas.
-No tienes por qué contármelo Christine.- Alzó la vista para mirarme y sin  pensárselo dos veces, me abraza con fuerza y se pone a llorar en mi pecho.
Mierda... ¿Ahora qué hago? Yo correspondo al abrazo y le acarició la cabeza como solía hacer cuando lloraba.
Al cabo de un rato, Christine se queda totalmente dormida. ¿Cuánto habrá tenido que sufrir? ¿Por qué ella y no yo? La arropo y con esas preguntas en la cabeza me vuelvo a la cama. Me pongo los tubos lo mejor que puedo, duele mucho pero no tanto como la herida. Me quedo mirando al techo y pensando, más bien recordando una época en la que Christine era feliz y yo lo sabía. Si
no quiere morir y tiene miedo a todo... Yo la protegeré pero... Si algo le pasa a mi... A ella también...
Me revuelvo el pelo. Mierda, ¿por qué todo es tan difícil? Lo que dice es verdad, no importa como lo mires, esto es una maldición. Nos lo ha dicho tanta gente que lo que dijo ese viejo parece una mentira. No se que creer.

miércoles, 18 de junio de 2014

Dragon IX

La joven camina, por delante de Oliver, ojeando el libro. La ardilla se encuentra en el hombro de un aturdido Oliver que no hace nada más que preguntarse si ella era asi de rara o es que la había incómodado.
Brown se detiene de repente y como Oliver estaba distraído, no se dio cuenta y se choca con ella.
-¡Eh! ¿Por qué te paras ahora?-Brown sigue mirando al frente sin hacerle caso alguno.-Oye...- Se pone por delante suya-¿Me estás...- Se detiene al ver la expresión de terror reflejado en su cara. Automáticamente mira al frente.
Ve a un chico, aproximadamente de su edad. Brown retrocede y Oliver ve la oportunidad de hacerse el héroe.
-Aisha... ¿Acaso no me reconoces? Soy yo.
-Por eso me alejo de ti.- Dice asomandose por detrás de Oliver.
-¿Todavía? Eso duele, ya han pasado un par de años. Y... ¿Quién es este individuo?
-Soy Oliver y soy el...
-Es mi sirviente.
-Eso... No te permitiré tocar ni un pelo de mi ama.
El desconocido comenzó a reírse sin parar.
-Oliver, no hace falta que me protejas además, tú no eres capaz de vencerle, huyamos.
-¿Otra vez comportándote así? No te conozco pero se que está no eres tú, yo te protegeré ya que tu salvaste mi vida.
-Oliver...- Le tira del brazo y pone una sonrisa que reflejaba miedo,-No digas chorradas y vámonos, venga- sigue tirándole del brazo y el joven desconocido para de reírse y observa esa escena.
Oliver se quita de encima a Brown y desenvaina su espada.
-Ho ho, me gusta tu estilo chaval.-Nuestra todos sus afiliados dientes alineados en una sonrisa que daba pavor.
-Gracias, desconocido.-El pelo del chico cambia de color. Pasa de ser castaño a pelirrojo. Brown se arma de valor y se pone delante de él.
-Dave, calmate. Oliver no va en serio ¿a qué no,eh? ¿Eh? Anda vamos Oliver-le coge del brazo- vámonos.
-¡No! Quédate a un lado. No se que te habrá echo este pero si no peleas tú, peleo yo.
-¿Habéis acabado parejita?-Se pone en guardia cuando Oliver asiente.
Y comienza la batalla. Oliver se estaba metiendo con quién no bebía. Un mago sólo puede combatir con otro mago, no dejaba de pensar Aisha. ¿Por qué ha tenido que pasar esto? Mientras ella los observa pelear cuerpo a cuerpo mientras las lágrimas caían por su mejillas, puede notar que  Dave se está preparando para lanzar un hechizo, al parecer de los más fuertes.
Dave golpea a Oliver y este cae a bastante distancia del mago y le ve mover la boca, y se arrepiente de haberse metido en aquella pelea con ese desconocido el cuál resultaba ser un mago, ya entendía porque Brown insistía tanto.
Justamente cuando lanza el hechizo, una figura se planta delante de Oliver y recibe el golpe de lleno. Oliver no paraba de mirar a Brown que se había puesto delante suya para parar el ataque.
-Oliver, eres un... - Ella se gira para mirarle y puede observar el gran agujero que hay en su estómago. Tose sangre y seguidamente  cae al suelo.
-Brown... ¡BROWN!

miércoles, 14 de mayo de 2014

The union~ Capítulo 40

(Christine)
Cuando abro los ojos, me siento desorientada. Para combatir esta sensación me incorporo mientras me rasco los ojos para despejarme.
-¿Dónde estoy?
Por fin recobro la vista y veo que Nathan y Nick me están mirando. Recuerdo que Nick había venido a casa diciéndome que me iba a llevar de nuevo al hospital pero... No recuerdo que Nathan fuera a buscarme... ¡Oh mierda!
-¿Qué coño hago aquí?-Intentó que mi tono de voz se note lo cabreada que estoy y rápidamente me quito  las sábanas de encima y hago el amago de levantarme pero inmediatamente de ver mi movimiento, Nick me retiene y veo que Nathan se ha sobresaltado.
-¿Que qué coño haces aquí? Por las barbas de Poseidón, no seas cría y quedate en el hospital.
Nick y yo nos quedamos mirándonos. Por las barbas de Poseidón, ¿qué clase de expresión ha sido esa? Contenemos la risa y miro a Nick seriamente a lo que él responde dejándome libre.
-Yo hago lo que quiero, ¿de acuerdo? Si no te gusta me da exactamente igual, ya no voy a mover el rabito mientras te sigo. La gente cambia Nathan me las he apañado sola durante ocho años.
-Vale, vale chicos ya basta. Las parejas no deberían discutir...
-¿Qué pareja?- decimos Nathan y yo al unísono.
-Pues... Da igual, me voy ya he cumplido con mi misión. Hasta lue.- Nick sale dando un portazo tras de sí.
-Genial, mira lo que has echo.-Dice Nathan.
-¿Yo? Perdona pero has empezado tú con "Por las barbas de Poseidón".
-Siento haber querido decir algo para suavizar la situación. Sabes que yo también sufro.
-Lo sé pero a la que dispararon fue a mi no a ti. Siente maldecido por el destino.
-¡Esto no es una maldición! ¿No lo recuerdas? Esto es una bendición. Es cierto que pueda tener desventajas pero...
-Pero es peligroso. Podemos sentir en dolor del otro, sangrar e incluso... ¡Podemos morir en cualquier momento!-Suavizo el tono de mi-Te mentiría si te dijera que ahora mismo no estoy asustada. Yo...-Me miro las manos- no quiero morir.-Las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos.- Además...- Se me forma un nudo en la garganta pero consigo hablar.-Hace tiempo, me intenta-
ron...
De repente siento unos brazos rodeandome la cabeza.
-No tienes por qué contármelo.- Alzó la vista y su pensármelo dos veces, le abrazo con fuerza y me pongo a llorar en su pecho.

martes, 18 de marzo de 2014

The Union~Capítulo 39

(Nathan)
De repente siento que el dolor se intensifica y al ponerme la mano en la herida, la siento húmeda. Cuando me miro la mano veo que está sangrando. ¡Mierda! Debe habersele abierto la herida, estúpida, eso te pasa por escaparte.
Unos minutos después, oigo a una persona gritar, pienso que esa persona esta loca. Al momento, alguien abre la puerta con fuerza, resulta ser Nick sofocado y con Christine al hombro.
Entra y la deja tendida en la cama donde estaba la noche pasada y enseguida viene un ejército de enfermeras y empiezan a atenderla, un par de ellas se acerca para revisar mi herida y sus caras cambian de expresión cuando ven que está abierta.
-Primero atenderla a ella.-Digo mientras intento no hacer ninguna mueca. Nick se me acerca y se sienta al lado.
-Me debes una comida, que no se te olvide.
-En cuanto salga del hospital te invitaré a lo que quieras. Gracias por traerla de vuelta, se que fue una petición muy repentina.
-Lo fue pero no te preocupes. Cuando me dijiste que desapareció, me empecé a preocupar a si que... Pero... Me ha dicho una cosa muy rara. Ha dicho que si ella muere, tú te moriras con ella, ¿te lo puedes creer? Que delirios tan raros.
-Sí, claro... Raros...
Terminan de curarla y se vienen a mi cama. Me quitan la camiseta del pijama y cuando dejan al descubierto la herida, Nick cambia su expresión, nunca le he visto asi. Ha salido corriendo, llevaba la mano en la boca a si que supongo que se ha ido a vomitar.
Finalmente me siento mejor, ninguno sangramos y nos suministran calmantes asi que todo está bien ahora. Nick vuelve.
-¿P-por qué se te ha abierto a ti también?
-Por moverme de la cama buscandola, supongo.-Nick parece no creerse mi versión pero la acaba aceptando ya que lo que le ha dicho a Chris, la verdad, le parece una autentica locura.
Oimos un ruido que viene de la otra parte de la habitación y nos giramos automáticamente. Christine se ha despertado. Cuando se rasca los ojos y bosteza, mira a su alrededor tranquilamente y cuando se da cuenta que esta en un hospital, mira al frente.
-¿Qué hago aqui?

lunes, 17 de febrero de 2014

The Union~ Capítulo 38

(Nick)
Nada más colgar, echo a correr hasta la casa de Christine porque no se me ocurre otro sitio a donde pueda ir estando herida. Por suerte todavía me acuerdo de su dirección. Hace mucho que la acompañe a casa, es increíble que me siga acordando. Estoy empezando a pensar que tengo una mente privilegiada.
Por fin estoy en frente su puerta. ¿Llamo o no? ¿Me oira? Seguramente no. Giro el pomo y resulta que estaba abierta. ¡Jo! Me hacía ilusión darle patadas como en las películas pero mejor que estuviera abierta. Cuando entro, cierro la puerta con llave tras de mi.
Avanzo por su pequeño apartamento. Y me la encuentro tumbada en su cama, parece que està muerta. Me acerco a ella y la zarandeo un poco.
-Christine. Christine.
Al notar un contacto inesperado, se levanta sobresaltada y se pone la mano en el hombro herido, podría haberse abierto la herida.
-Nick, ¿Qué coño haces aqui?
-Eh, tranquila. No es mi culpa que tuvieras la puerta abierta y Nathan me llamo, me dijo que habia desaparecido y me preocupe.
-Es muy... Amable por tu parte.-Se vuelve a tumbar- ¿Podrías darme tu mano?
-¿Eh?- Que petición más extraña pero no puedo negarme.-Sí, claro.
Me la coge y empieza a apretar. ¡Joder, cuánta fuerza tiene!
-Necesito calmantes... Morfina... O algo para calmar mi dolor.
-Si te duele tanto... ¿Por qué has huído del hospital?
-Porque... Porque... Sentía que si me quedaba alli un minuto más... Iba a morir.
No puedo evitar sorprenderme ante esa respuesta. ¿Pero cómo puede pensar eso?
-Y... Si muero... No solo yo moríria, Nathan también moriria y no quiero que muera.
-Espera... ¿¡Qué!? ¿De dónde te has sacado eso?
-No lo he sacado de ningún sitio, es la verdad.
-Parece que deliras por el dolor, es mejor que te lleve al hospital.
-¡No!
La cojo lo mejor posible y con dificultad porque está pataleando. La llevo como si fuera un saco y ella no para de patalear, solo es un maldito hospital. Noto que poco a poco, lo puñetazos y patadas cesan. Cuando miro a Christine era demasiado tarde, se le había abierto la herida. ¡Mierda, mierda, mierda! Tengo que darme prisa.
Sin pensarmelo dos veces, corro lo más rápido que puedo para llegar lo antes posible al hospital.

viernes, 14 de febrero de 2014

The Union~Capítulo 37

(Nathan)
No está, no está... ¡NO ESTÁ! ¿Dondé podrá haber ido? Busco mi móvil para llamar a Nick.
La primera vez comunica. Vamos Nick coje el maldito teléfono. La segunda vez... El dipositivo al que estás llamando está apagado o fuera de cobertura. ¡Mierda Nick! Le llamo una tecera vez y...
-¿Sí?- Fuck Yeah! Por fin lo coge.
-Nick, tienes que ayudarme.
-¿Por qué?
-Christines ha desaparecido de su cama.
-¿¡Cómo!?
-Lo que oyes... No puedo salir del hospital para buscarla. No sé dónde podrá estar.
-De acuerdo. Pero me a cambio de encontrar a Christine , invitame a comer un día.
-¿Qué? Bueno... Vale... Pero encuentrala rápido.
-Eso está echo.
Y cuelga. Cuando quiere es muy confiable... Lo dejaré todo en sus manos.
Christine siempre igual... Nunca cambiará... Anoche la dije que la queria... ¿Alomejor por eso ha huido? No, no puede ser. Y  sí... ¿Fuera posible?
Dios... Ahora mismo parezco una chica. Espero que Nick la encuentre pronto y... Acabe con el dolor que ambos sentimos...

Dragon VIII

Mientras Oliver sigue pensando en eso, Brown decide ir a por provisiones. Oliver comienza a recordar cosas.
-¿Aisha? Si no recuerdo mal... Spike la ha llamado así...-En ese momento, se acerca Brown cargada por un montón de fruta.
-¿En que piensas esclavo?
-En nada.
-Vale...- La ardilla está sobre su cabeza, comiendose algo que parece que es una bellota.-Venga, vamos a seguir.
-De acuerdo.-Comienzan a caminar hacia las afueras de la aldea.- Todavía no entiendo por qué llevas una ardilla en la cabeza. ¿Por qué está con nosotros?
-Porque tiene una misión que cumplir y hasta que no la cumpla, no desaparecerá.- Oliver no termina de entender lo que la habia dicho y pone un cara extraña. Cuando Brown la ve, empieza a reírse.- Deberías ver la cara que tienes ahora mismo.
Borra la expresión que tenía y la mira seriamente.
- ¿Y ahora que pasa esclavo?
-No me llames asi... ¿Por qué Pete te dijo que te fueras?
-¿Quién es Pete?-La mira pensando que se estaba quedando con él.
-El viejo.
-Aaaah... Porque... No quiere que le cause problemas... Supongo aunque la verdad me da igual ya que cogi lo que necesitaba.- Le muestra unas especie de hojas viejas con escrituras extrañas.
-¿Qué es?
-Recetas medicinales especiales, se lo encargué a Spike.
-¿Para que necesitas recetas medicinales?
-¡Deja de meterte en mi vida, maldito esclavo!- Dice chillando. La ardilla se asusta y se traslada de un salto al hombro de Oliver. Oliver está sorprendido, era la primera vez que la veia asi.
-Está bien, lo siento.
Brown no le dirige la palabra y sigue caminando unos pasos por delante de él.

miércoles, 12 de febrero de 2014

The Union~Capítulo 36

(Christine)
Durante la noche, aproveche para escaparme de ese horrible lugar. Cuando me dispongo a salir por la puerta, oigo murmurar a Nathan mi nombre. ¿Qué estará soñando? Me quedo observandole unos minutos sintiendo mucho preocuparle. Mañana lo pasará realmente mal por mi culpa.
Me giro y salgo por la puerta. Los pasillos estan poco iluminados, la verdad es que ahora mismo tengo bastante miedo, la adrenalina estimula mi cuerpo y parece que no siento miedo. Recorro los pasillos con cuidado y lo más rápido que puedo para las enfermeras no me vean.
Alli me siento desprotegida, no quiero que me vuelvan a atacar y... Siento que si me quedo más tiempo allí, de cualquier manera, puedo morir. Mis paranoias molan bastante.

Cuando salgo del hospital, me dirijo a mi casa porque no tengo ningún sitio más donde quedarme.
Tardo bastante más de lo esperado pero cuando entro, inmediatamente después de cerrar la puerta, me voy a la cocina y comienzo a devorar todo lo que me encontraba.  A mi me basta con comer todo lo que pille después de perder sangre, es verdad que necesito una transfusión pero no me gusta que me pongan tubos en vena con sangre, sedantes y esas cosas.
Cuando abro los ojos, estoy rodeada de paquetes de galletas y esas cosas. Parece que después de devorar me entro sueño... Parezco más animal que persona. Me levanto como puedo y me tumbo boca abajo en mi cama para no apoyarme el la herida que me duele bastante más que cuando me dispararon. Todavía sigo preguntandome quién me disparó y por qué lo hizo.

martes, 4 de febrero de 2014

The Union~Capítulo 35

(Nathan)
Cuando se dispone a bajar, la agarro del brazo y ella se gira a mirarme extrañada. La acerco a mi y la abrazo fuertemente.
-Te quiero... Christine.
Cuando la suelto, estamos unos segundos mirandonos a los ojos y puedo notar y ligero toque rojizo en sus mejillas. Cuando se baja se tapa inmediatamente y mira hacia la ventana. No quiere que la vea... Es tan infantil... Aunque creo que es una de las cosas que más me gusta de ella.
-Buenas noches.-Dice Christine por lo bajo.
-Buenas noches.-Digo con una sonrisa y apago las luces.
Todo se queda oscuro, me tumbo mirando al techo. Poco a poco voy cerrando los ojos
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-Ella es Christine, debes cuidarla mucho y recuerda siempre una cosa: si ella sale herida, tú también, si sangra, tú sangras y si muere... Tú mueres. Recuérdalo muy bien pequeño Nathan. Ella es tu otra mitad.
-¿Mi otra mitad?-Digo metiendome en dedo en la boca.
-Sí pequeño.-El ancino me acaricia la cabeza.-Tan solo eres un bebe pero cuidala, ahora...-Me la da y con dificultad, termino cogiendola bien.-Debeís iros. Adiós Nathan y Christine.
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Los malditos rayos del sol me estan dando en la cara, me quema una parte de la cara. Abro poco a poco los ojos y me incorporo. Otra vez este sueño, bueno... Más que sueño recuerdo. Miro a la cama de al lado, Christine está placidamente dormida.
El rostro y el nombre de aquel anciano... ¿Cuales eran? Bueno era demasiado pequeño es un milagro que me acuerde de ese día.
Miro hacia la cama de Christine, parece que todavia duerme. Voy a despertarla. Silenciosamente, me quito las sábanas de encima y camino hasta su cama. No la veo la cabeza a si que supongo que se la habrá tapado porque le daba el sol.
La zarandeo pero no hay respuesta y la destapo. ¿La almohada? La ventana está abierta. ¿No habrá...? No, no... Imposible. Christine... ¿Dónde has ido?

lunes, 3 de febrero de 2014

The Union~Capítulo 34

(Christine)
Al final... Se lo he contado... Bueno... Me alegro de que no estuviera conmigo. En su mirada puedo notar impotencia y culpabilidad.
-Nick... ¿Me harías un favor?-Asiente y se acerca a mi para que le diga que tiene que hacer. Pega un puñetazo bien fuerte a Nathan.
-¡Ah! ¿Por qué lo has echo?
-Yo solo cumplía la ordenes de mi ama.-Dice mirandome sonriente con el pulgar levantado. Respondo alzando también mi pulgar y enseguida miro a Nathan.
-Siempre igual, eres un estúpido... Te he dicho que no debes sentirte culpable. A ver cuando se te va a meter en esa cabecita tuya.
Nick está de pie entre nosotros dos. Como es tarde, decide irse y nos despedimos de él con la mano. Después la habitación quedo en silencio.
-Nick es un buen chico, me alegro de que seais amigos.-Digo lo primero que se ha pasado por la cabeza para romper el silencio pero nada.
-Sí... Ojalá tú pudieras haber conocido a un amigo como él...
Me quito las sábanas de encima y camino hasta la cama de Nathan, me subo encima suya y le sostengo su cara entre mis manos.
-Estúpido... No sigas a si por favor... No me gusta verte asi... Además lo pasado, pasado está no hay por qué preocuparse.
-Pero fue mi culpa...
-No... La culpa fue mia, solo y exclusivamente mia. ¿De acuerdo?
Me rompe el corazón verle así... Quiero que sea como antes... Tímido pero normal...
-La culpa no desparece de un día para otro pero... Gracias a que tú no me culpas... Siento que el vacío se va llenando.-Sonrío ante su comentario y le suelto.
Me dispongo a bajarme de él cuando el me agarra el brazo y me abraza fuertemente.
-Te quiero... Christine.-No puedo evitar sonrojarme me ha pillado completamente por sorpresa.
Me suelta y nos miramos a los ojos durante un rato y después me bajo y voy a mi cama, me tumbo mirando hacia el otro lado para que no me viera la cara que seguramente estaba rojísima.

sábado, 1 de febrero de 2014

The Union~Capítulo 33

(Nathan)
Camino al lado de Chris cuando siento dolor en el hombro y como la sangre fluía e inmediatamente veo a Christine, herida y sangrando. No puedo evitar horrorizarme. ¿Por qué la han atacado? Mira frenéticamente a los lados y al momento empieza ha hacer el amago de desmayarse pero no lo hace. Cuando veo que va a caer, la sujeto.
-Nathan...
Me mira con cara de preocupación pero a mi no me han herido y a ella sí... Aunque si me hubieran atacado a mi, ella también hubiera resultado herida.
La cojo y comienzo a correr al hospital. Pero al momento empiezo a relentizarme, ¡mierda! Estamos perdiendo demasiada sangre... En cualquier momento... Voy a desmayarme...
Las piernas me empiezan a temblar. En cualquier momento puedo caer al suelo. Suelto a Christine. Por lo menos hemos podido alejarnos del lugar donde la habían atacado.
Ella saca el móvil para llamar a una ambulancia, supongo y es la única opción.
Cuando abro los ojos, miro a los lados. Parece que estoy en el hospital y Chris está en la cama de al lado, incorporada y mirando por la ventana. Me incorporo y al parecer oye como chirria la cama porque se gira para mirarme.
-Vaya, por fin despiertas. Bello durmiente.-Dice con una sonrisa.
-Eso parece... ¿Estás bien?
-¿Tú lo estás?
-Sí.
-Entonces... ¿para qué preguntas?-Dice con una sonrisa aún más amplia.-Compartimos el mismo dolor, ¿no?
-Sí...
-No te preocupes, en unos días estaremos fuera del hospital pero no podremos mover el brazo...-Suspira.
-No me preocupo por eso, me pregunto por qué... Te han atacado...
-A saber... Por cualquier cosa.
En ese momento, se oyen voces por el pasillo y abren la puerta de golpe. Es Nick. Un Nick sofocado. ¿Por qué ha venido?
-¿Qué os ha... Pasado?
-Algo sin importancia, no te preocupes.-Responde Chris.
-¿Por qué ha venido?
-Porque te he llamado y una enfermera ha cogido tu teléfono y me ha dicho que estabas inconsciente.
-Que bonita  es la amistad...-Dice Christine por lo bajo mientras mira de nuevo por la ventana.
Nick se ríe pero me vuelve a mirar.
-¿Qué ha pasado?
-Nos han atacado. Solo eso.
-¿Solo eso? Debeís decirselo a la policía.
-Lo haríamos si supieramos quien nos ataco.
Nick se quedo en blanco y se sento en el sillón que había entre las camas. Después mira a Christine.
-Que mala suerte tienes, Christine.
-Lo sé.
-Dos cosas malas en un mismo día.
-¿Dos cosas?
Christine mira enfadada a un Nick arrepentido. Y después sin más remedio, comienza a contarme lo que pasó antes, cuando estaban hablando con el grupo.

Dragon VII

Al entrar en la ciudad, algo llamo la atención de Oliver. La aldea era totalmente distinta a la otra. Pero lo que más le llamó atención fue... Que no había ni un solo niño por las calles.
-Brown... ¿Te has fijado en que no hay ningún niño por la calle?
-Sí, no es raro encontrarse aldeas asi, creéme. Aunque suele ir por épocas.
-¿Por épocas?
-Sí. Sobretodo en dos meses en concreto. Los caza magos, los magos y los magos fugitivos suelen caminar a sus anchas y su poder se ve debilitado y todo tiene que ver con la luna. Bueno, el caso es que en las  aldeas se reúne gente muy peligrosa y no sería la primera vez que niños inocentes se ven involucrados. Aunque... También puede ser por el exceso de rufianes por estos lares.-Se encoge de hombros.- Puede ser cualquier cosa.
-Vaya...
-Oliver sigueme.
-¿Eh? Está bien.
Brown empieza a caminar por la calles, parecía conocerse todas las calles y recobecos de esa aldea.
Al entrar a un callejón sin salida, se encuentran en frente de una gran tienda.
-¿Por qué hay una tienda en este sitio?
-Los magos debemos ser precabidos.
Brown llama a la puerta dos veces y todo queda en silencio. Unos segundos después, una voz contesta.
-Adelante.-Ella abre la puerta y entran a aquella tienda de magos. Está iluminada inicamente por la luz del sol que entra por una pequeña vidriera. Frente a ellos se encontraba una mesa de madera muy robusta y tras de ella, se encontraba un anciano sentado en una mecedora fumando en pipa.
-Hola.-Dice alegremente Brown y va directamente a la puerta que había al lado del mostrador.
-Oye... Brown... -No le oye.
-¿Quién eres tú?- Echa el humo que había acumulado y después le mira. En ese momento, Brown asoma la cabeza tras las cortinas blancas y correosas.
-No te preocupes viejo, viene conmigo.-La expresión del hombre cambió.
-En ese caso...-Le coge la mano.- Soy Pete.
-Oliver.
-Encantado Oliver. Por favor, entra.-Oliver asiente. Cuando entran, se encuentran a Brown rebuscando en cajas.
-Brown... ¿Qué haces?
-Viejo... ¿Y la nueva mercancia?
-Oye, no pases de mi.
-Estará a punto d...-En ese momento, alguien entra por la puerta. Es un joven rubio cargado con una caja.-Ya está aqui.
-Oh... Hola Spike...-Cuando Spike ve a Brown, da la caja a Pete y se pone detrás de Brown.
-Aisha, ¡luchemos!
-Está bien.-Suspira y se levanta de un salto.
Empiezan a pegarse como niños pequeños. Pete deja la caja en una mesa llena de papeles que había en esa habitación.
-Bueno Oliver... ¿Cómo has acabado viajando con...-señala a Brown que sigue peleando con Spike. Brown está haciendo una llave a Spike. Después, Spike se libera y ruedan. Ahora es Spike el que hace la llave,- Eso?
-No lo sé.-Mira ese espectáculo.
-Tengo la comida en el fuego, ¿quereís comer?
-¡Sí!-Dice Brown presa de otra llave de Spike.
Ruedan otra vez y Brown ahora es la que tiene el control de la pelea.
Siguen rodando y pegandose como niños.
Pete aparta todos lo papeles , baja la caja y deja los platos en la mesa. Oliver coje el plato y comienza a comer. Brown se sienta frente a Oliver y come como si nada hubiera pasado mientras Spike está en el suelo.
-¿Por qué os peleaís?
-Porque Spike tiene muy mal perder, no quiere reconocer que soy más fuerte que él.
-Porque no lo eres.-Dice Spike enfadado.
-Todo empezó hace algunos años cuando ella le salvó y su orgullo fue dañado.
-Ah... Entiendo... Y quiere recuperar su orgullo.
-Exacto.-Spike se sienta en la esquina de la mesa y Pete en la otra. Comienzan a comer el guiso.
-Tan rico como siempre, Pete.
-Me alegra verte pero necesito que te vayas.
-De acuerdo...-Ella deja su plato sobre la mesa y se pone a rebuscar entre la caja más nueva.
Se siente decepcionada al encontrar solo libros.
Oliver coge a la ardilla que estaba comiendo en la mesa y Brown sale de la casa.
-Gracias por todo.
-Oliver, cuidala, ¿vale?
-Vale.
Oliver sale también y deja la ardilla sobre la cabeza la cabeza de Brown. Vuelven tras sus pasos.
Oliver sigue desconcertado por las peticiones tan repentinas de Pete. "Necesito que te vayas" y "Cuidala,¿Vale?". No entiende nada pero decide no preguntarla.

viernes, 24 de enero de 2014

The Union~Capítulo 32

(Christine)
¿Qué coño hace él aquí? Mierda, mierda, mierda. Estoy temblando y escondida detrás de Nick. Los chicos se despiden y yo saco una mano por encima del hombro de Nick y los despido con la mano. De vez en cuando, asomo un poco la cabeza para mirar si sigue ahí y de echo sigue aquí.
-Adiós Christine.-Dice con una sonrisa en su rostro.
Me encantaría empotrarle la cabeza contra el suelo.
Cuando sale por la puerta, Nick se da la vuelta y me agarra de los hombros.
-¿Estás bien?
-Si, estoy bien no te preocupes.
-¿Quién era ese hombre?
-Era... Es... Era... Un chico del internado donde estuve, cumplió los 18 y se fue, nadie supimos nada más de él y... Él, intento abusar de mi varias veces y me chantajeaba de manera muy cruel...-Nick me abraza y me da palmaditas en la espalda.
-No llores... Si le vuelvo a ver, le parto la cara y Nathan igual.
-Por favor Nick, no le cuentes nada a Nathan. Te lo pido por favor.
-Vale no se lo diré. Venga vamos que nos está esperando.
Salimos de detrás del escenario y me sorprende ver el local más vacío. Nos acercamos a la barra donde Nathan y Betty parecen tener una conversación muy entretenida.
-¡Holi!-Decimos a la vez y Nathan se sobresalta. Nick y yo nos miramos y empezamos a reirnos.
-¿Qué?
-¿Qué qué?-Dice Nick para chincharle.
-¿Qué ha pasado?
-Le hemos dicho que son asdfghjkl y se han reido.-Contesto.
Betty sonríe y nos echa de allí para poder cerrar.
Hace frío, mucho frío. Nathan se da cuenta de que tengo frío y me pone por encima de mis hombros la chaqueta del uniforme porque no se pudo cambiar antes de ir al local.
Nick se va por un lado y nosotros por otro. En realidad, los tres tendriamos que habernos ido por caminos diferentes pero como estaba oscureciendo, Nathan decidió acompañarme. Me trata como una niña.
Siento que algo se me clava en el hombro derecho y siento también como sale la sangre. Me tambaleo pero sigo de pie. Nathan pone una cara de terror cuando ve que alguien me ha disparado. Yo aprieto la herida con la mano y miro frenéticamente a los lados, buscando al francotirador o al tirador. Puede ser... No puede ser ...
Hago el amago de caer desamayada pero no lo hago. Repito la misma acción, está vez si que iba al suelo pero Nathan me sujeto. Seguidamente me cogio en brazos y comenzo a correr hacía el hospital, supongo.

martes, 21 de enero de 2014

Dragon VI

Cuando terminan de insultarse mutuamente, se hace el silencio. Oliver se queda pensativo mirando la mano de Brown. Se sentía observada a si que le mira esperando que sea otra cosa pero solo era Oliver. Suspira decepcionada.
-¿Qué te pasa?-Pregunta Oliver alterado
-Creía que nos seguian pero solo eras tu mirando mi brazo. ¿Qué pasa con el?
-Solo estaba pensando respecto lo ocurrido anteriormente. Tú lanzaste esa bola de fuego,¿verdad?
-Sí.
-También me he fijado en el tatuaje del dragón.-Se pone la mano sobre el tatuaje y pone cara triste. Oliver prosigue.-¿Qué representa?
-Ayuda a potenciar mi magia. Como debes saber, todos los magos tienen o nacen con la habilidad de hacer un tipo específico de magia aunque aparte puedes aprender más tipos de magia.
-Suspongo que la tuya es el fuego... Porque los dragones escupen fuego.
-Eres muy listo Oliver.-Se pone una mano en la boca y le mira asombrada.-Estoy muy orgullosa de ti.
-¿Y todos los demás tatuajes?
-Muchos son objetos, otros animales y otros simples tatuajes aunque tengo tatuados unos hechizos que en manos equivocadas... Podrían acabar con la vida en todo el planeta.
-¿¡Qué!?
-Pero tranquilo, no caerán en malas manos porque... Pff- se empieza reír escandalosamente.- Deberías haber visto la cara que has puesto.-Oliver suspira. Se había estado creyendo toda la historia.
-Ya me parecía a mi que todo eso fuera verdad.
-Lo siento- continúa riéndose- pero era necesario.-Sigue riéndose un poco más y su risa poco a poca se va frenando.- Te gustará saber esclavo mío que si vamos al sitio que necesito ir sin ningún contratiempo, te llevaré hasta casa, lo prometo.
-¿En serio?-Oliver la mira animado. No se puede creer que sé estaba comprometiendo a llevarle hasta casa.- Muchas gracias.
-Pero he de decir,que  este mundo, el de los magos fugitivos, es más divertido.-Sonríe.
De repente la ardilla salta al suelo y empieza a correr.
-Sigue a la ardilla.
-¿Eh? ¿Qué?
-Tú siguela.
Persiguen a la ardilla hasta llegar a un gran porton, otra aldea. La ardilla desaparece sin que Oliver se de cuenta.
-¿Dónde está la ardilla?
-Esta aquí.-Señala su hombro izquierdo y asoma la cabeza de la ardilla.
Oliver suspira aliviado, no sabe por qué pero por como actúo Brown cuando echo a correr, intuye que es importante.
Ambos miran al frente y se disponen ha atravesar el porton y entrar en aquella aldea.

lunes, 20 de enero de 2014

The Union~Capítulo 31

(Nick)
OMFG! ¡Este grupo es genial! Todos a mi alrededor estan con los brazos levantados y hay chicas que estan encima de hombros.
-Nathan, Nathan.-Le tiró de la camiseta. Cuando me mira cambio mi actitud a la de un niño.-Quiero upa.-Señalo a la chica en hombros de un chico muy musculoso.
-Ni hablar.
-¿Qué? ¿Por què no?
-Porque no y punto.
-Eres un aburrido.
Un rato después, sin que el concierto haya terminado, vamos a la barra.
-Christineeeeeeeeeeee... Nathan es un aburridoooooooo. Dime que tú vendrás conmigo a decirles que son fantasticos.
-Si claro.-Mira a Nathan.-¿Por qué no quieres ir?
-Porque ellos ya saben los buenos que son, no quiero hacerles la pelota.
-¡Aburrido!-Decimos los dos a la vez. Sigo hablando yo.-Te estás volviendo muy serio o ¿será que te estas haciendo viejo y ya no te gusta divertirte?
-Yo...-Chris levanta la mano.- Creo que es a segunda. Serio ha sido siempre o mejor dicho... Siempre ha sido muy tímido.
-Es verdad, es muy tímido.-Me rìo.
El concierto acaba y cojo a Christine de la mano. Pasamos entre la gente y sin que nadie se de cuenta, nos colamos detrás del escenario.
Alli los vemos. Había cinco chicos. Un de pelo negro y con un tatuaje en el antebrazo. Otro rubio con tres pendientes en cada oreja. Otro de pelo castaño y largo. El de su lado tenia el pelo teñido de rojo y tenia el brazo izquierdo lleno de tatuajes. Y el que estaba sentado, el bateria lo intuyo, el que estaba lleno de tatuajes.
-Hola.-Digo sonríente y Chris está a mi lado.
-Hola...-Dice el chico rubio.
-Hola, sois geniales. Sois muy asdfghjjkl.-Sé lo que queria decir y suelto una carcajada. Ellos también parece que la entendieron porque se rieron.
-Muchas gracias.-Dice el pelirrojo.
-De nada, de nada.
-Me han encantado todas las canciones pero en el especial la última. ¿Cómo se llama?
-Se llama... Brains as fuck.-Dice el chico que estaba sentado.
-Hasta el nombre mola...-Dice Christine por lo bajo y ellos han debido oirla porque se ríen.
-Gracias de nuevo.-Dice el de pelo castaño.
Al momento, llega un hombre trajeado, alomejor es su manager o su representante pero me da igual. Miro a Christine para que nos vayamos pero está mirando a ese tipo sorprendida... No, no está sorprendida, está... Asustada.
-Bueno adiós chicos, un placer... Esto...
-Nick y ella es Christine.-Christine se ha escondido detrás mia.
-Pues eso,un placer conoceros Nick y Christine.
Salen de alli y el hombre se queda donde estamos. Mirando a Christine que de vez en cuando asoma la cabeza.
-Adiós Christine.-Sonríe y sale por la puerta.
¿Que coño acaba de pasar?

miércoles, 15 de enero de 2014

La Organización~Capítulo 4

Abro los ojos y me encuentro en mi cama. ¿Cómo he llegado aquí? Que yo sepa no soy sunambula y no puedo caminar a si que la pregunta es... ¿Quién me ha traido a mi habitación? Aunque por lo menos, no estoy en la enfermería. Es grande pero no me gusta estar allí. Vuelvo a cerrar los ojos, quiero domir más. Cuando estoy cogiendo de nuevo el sueño,alguien llama a la puerta.
-No estoy.-Ese alguien abre la puerta como esperaba que hiciera a si que anteriormente, me tapé hasta la cabeza con la sábana.

-Emma es hora de levantarse.
-No puedo moverme a si que no puedo hacer nada. A si que dejame dormir.-Me destapa y la luz me da lleno, cuando se me aclara la vista, veo la cara de Kyle a si que retrocedo.Se ríe y se dirije a cojer la silla y a plegarla. La pone a mi lado y yo me destapo.
-Te ayudaré.
-Puedo hacerlo yo misma.
-Insisto.-Al final se sale con la suya. Me coje y lentamente me sienta en la silla.
Empieza a empujarla por los pasillos de la base hasta la cocina, allí, unos cuantos están desayunando, los demás estan en la sala. Yo todavía me sigo preguntando como llegue a mi habitación pero lo dejo pasar porque no tiene la menor importancia.
-Emma, ¿Cómo está tu pierna?-Me pregunta Lee, parece sentirse culpable aunque le he dicho muchas veces que no tiene que sentirse así.
-Está bien, ya no me duele. ¡Quiero caminar ya!
-Después te revisaré la herida.-Peter se da la vuelta para mirarme mientras bebe café, entonces asiento.
-Toma Emma.-Mark me deja el desayuno en la mesa. La comida de Mark es... Deliciosa.
-Muchas gracias Mark.
Empiezo a comer y me terminó rápidamente. Cuando abro la boca para decirle a Mark que todo estaba muy rico, el suelo comienza a temblar pero al momento, el temblor cesa.
-¿Qué cojones acaba de pasar?-Pregunta Lee mirando a los demás y nadie se da cuenta de que me caído. Cuando va a mirarme a mi rápidamente me levanta.
-¿Qué coño ha...- Kyle no termina la frase porque de repente, se oye una explosión. Parece que ha venido de la entrada.
-Emma quedate aqui.-Dice Lee sentandome en la silla mientras los demás salen ha ver lo que ha ocurrido.-Por nada del mundo salgas de aquí, ¿de acuerdo?-Asiento, sonríe, me acaricia la cabeza y sale corriendo de la habitación.
Se oyen gritos, eso significa que hay intrusos, pero no son de aqui, no sé de dónde podrán ser pero sé lo que están diciendo perfectamente. Creo que son... Italianos...
También se oyen disparos. No puedo quedarme con los brazos cruzados en una situación asi. Aprieto los reposabrazos. Me levanto y salgo por la puerta. Hay dos por el suelo, tres heridos de bala y los demás peleaban como podían, eso de nuestro bando. Del suyo, solamente dos heridos y dos hombres en el suelo.
Doy un puñetazo en la pared y todos paran para mirarme. Ellos estaban sorprendidos y con cara de preocupación.
-¡Peter!-Chillo.- Llevate a los inconscientes a la enfermería y los heridos que puedan caminar que también vayan ahí. Yo me ocuparé de esto.-Peter asiente y me obedece sin más remedio. Los heridos se retiran junto a Peter.
-¿Tú? ¿Ocuparte de nosotros?-Dice un hombre regordete con una pistola entre sus manos. Mira a sus compañeros y comienzana reír, sus carcajadas son muy sonoras.-¿Qué puede hacer una chica como...-Intenta ponerme una mano encima a si que la esquivo y agarro su brazo y se lo pongo en la espalda para inmovilizarle un poco.
Después le doy una patada en el hueco de la rodilla y cae al suelo mientras sigo sujentandole el brazo. Sus compañeros se quedan asombrados.
-¿Dónde está Mars? -Pregunta el inmovilizado.
-Eso a ti,- le doy una patada en la cabeza,- no te incumbe.
Sus compañeros, con rabia, me miran y reanudan su ataque.
-¡No dejeís que estos inútiles vayan a por Mars!
-¡Sí!-Contestan todos a la vez.
Muchos hombres se acercan para atarme pero son muy lentos, no me cuesta nada esquivarlos y dejarlos en el suelo.
La puerta está totalemente destruida y el sol entra con mucha fuerza dentro de la base. De repente veo una sombra masculina, seguramente pertenecía a un hombre muy grande. Ordena a todos sus trabajadores que paren el ataque y ellos paran de inmediato. Se quejan y él hombre misterioso los calla. Se acerca más a mi hasta quedar solo a unos metros.
Era un tipo muy alto, rubio y con ojos azules.
-Siento el ataque tan repentino, señorita.-Se agacha y toma mi mano. Le da un beso.- ¿Sería tan amable de decirme dónde está Mars?-Me mira aún sosteniendo mi mano.
-No permitiré que molestes a Mars. Lo que tengas que decirle a él, dimelo a mi.-Se levanta y su mirada era como cuchillas muy afiladas clavandose sobre mi piel. Tengo miedo. No puedo dejar que nadie se de cuenta.
-Volveré a preguntar... ¿Dónde está?
-No se lo diré, no permitiré que molestes a...- Me deteng,alguien me ha tocado la cabeza.
-Demsiado tarde Emma. No deberías haberte levantado. Estoy aquí, ¿Qué quieres de mi?

The Union~Capítulo 30

(Christine)
Caminamos de la mano. Por el camino no intercambiamos ninguna palabra pero me sirve para memorizar el camino hacia ese lugar, The Druken Skull creo, asi es como lo ha llamado Nathan antes.
Entramos y Nick espera al final de las escalera para que le vieramos ya que había mucha gente.
-Hey chicos.
-Hey Nick.-Me suelto de la mano de Nathan y bajo las escaleras corriendo hasta Nick.-Este sitio mola un montón me pregunto por qué cierta persona no me hablo de el.-Miro a Nathan y Nick se ríe.
-Yo lo sé-dice con la mano levantada,- es que no quiere que...-De repente, Nathan le tapa la boca.
-Vamos a acercarnos a la barra, quiero algo de beber.-Caminan hacia la barra. Nathan sigue tapandole la boca. ¿Por qué lo hará? Me va ha dejar con las ganas de saberlo.
La chica que estaba en la barra es muy guapa, es rubia y con ojos marrones.
-Hey Betty.-Dice Nathan.
-Oh, hola Nathan. Hace días que no te veía.
-Ahora estoy más ocupado.
-Betty, Betty. Esta es Christine.-Betty sonríe y yo la devuelvo la sonrisa.
-Encantada Christine, yo soy Betty. -Lo mismo digo Betty.
-¿Qué te pongo?
-Uuum... Una monster porfa.
-Yo también quiero una.-Responden Nathan y Nick al unisono. Betty ríe y de repente se oye un pitido. Parece que el concierto va a empezar.
Nosotros nos quedamos en la barra bebiendo nuestras monsters. ¡Dulce manjar digno de dioses! El grupo se hace llamar The Fucking Hell y son... ¡Geniales! Todos estan como locos, Nathan dice que me quede en la barra con Betty mientras ellos van a acercarse al escenario.
-A si que tú eres la novia de Nathan...
-¿Novia?-Me sonrojo.-N-n-no soy su novia... Somos amigos de la infancia.
-Pero seguro que... Os habeís besado.-Mi respuesta es el silencio. Recuerdo los besos que nos hemos dado pero Betty me trae de vuelta al local.-No lo niegas a si que es verdad.
-Sí y él me gusta pero... Por favor ¡chsssss!
-Tranquila, no le diré. Tú secreto está a salvo conmigo.
-Gracias Betty.
Me sonríe y miramos al grupo de novatos. Tocan muy bien, quiero acercarme pero Betty dice que es mejor que no porque podrian aplastarme o algo, no sería la primera vez. A si que me quedo ahí, mirando embobada al grupo mientras me tomo mi monster.

martes, 14 de enero de 2014

Dragon V

Paso un buen rato desde que abandonaron la aldea a si que decidieron descansar un rato. Ambos oyen ruidos de ramas y Oliver se levanta sobresaltado pero resulta que no es lo que esperaba, era una ardilla. Brown empezó a reírse hasta quedar tumbada en el suelo y llorar. Oliver le lanza una mirada asesina y está para de reírse y extiente la mano a la ardilla que sube por su brazos hasta su hombro, pasa por detrás de su cuello y se posa en el otro hombro. Oliver suspira aliviado pero está muy avergonzado.
-No tienes porque sentirte avergonzado, es normal. No sabias que iba a salir de entre los arbustos.
-Ya... Pero no recordemos está historia, por favor.
-¿Y por que no?- Acaricia a la ardilla.- Es bastante divertida.
-No es divertida para nada.-Brown se levanta y queda mirando al oeste, su comportamiento se había vuelto extraño.-¿Qué te pasa?
-¿Eh? Nada, nada. La ardilla debe de estar hambrienta, voy a buscarla algo de comer. Tú puedes cojer los frutos del árbol.-Señala al árbol que tenía detrás de él, después se adentra en el bosque en dirección este.
Pasa un buen rato y Brown aún no ha llegado. Oliver está apoyado en el árbol comiendose uno de sus jugosos frutos verdes. Cuando oye unos pasos y se pone el guardia sin desembainar la espada. A su izquierda, aparecen tres hombres. Uno pequeño, regordete y con un bigote retorcido. Otro alto, delgaducho y pelirrojo. Y el otro, de una estatura media, ni muy alto ni muy bajito, con barba y con una cicatriz en el ojo. Al parecer el regordete es el lider.
El lider avanza hacía Oliver y le sonríe amablemente.
-Hola jovencito, ¿Por casualidad no habrás visto a está chica?- Se saca un papel de su bolsillo y se lo enseña. Oliver se sorprende pero inenta ocultarlo. Estaban buscando a Brown.
-No, lo lamento.-El hombre pelirrojo se acerca a su jefe y le susurra algo al oido, la expresión de amabilidad desaparece.
-Sé que sabes quién es, dime donde se encuentra.
El hombre de la cicatriz sujeta una daga en su estuche, el lider la coje la daga y se acerca amenazando a Oliver.
Delante de los hombres misteriosos cae una bola de fuego la cual crea mucho humo. Se les oye murmurar dónde estaba Oliver y Oliver estaba desconcertado. De repente, alguien tira de su brazo, es Brown.
-Corre.-Murmura
Ambos corren al norte aprovechando aquel humo tan espeso. Brown no tenia puesta su chaqueta, tiene más tatuajes de lo que imaginaba. Paran a recobrar el aliento. Apoya sus manos en sus rodillas y él se apoya en un árbol. En su mano derecha se hace visible el tatuaje de un dragón el cual empieza en la mano y sube hasta su antebrazo. Cuando recobran la respiración, la ardilla salta hasta la cabeza de Brown y se pone la chaqueta.
-¿Por qué te buscan?
-Sé que estás pensando que he echo malo pero te equivocas. Yo no soy la mala, ellos son los malos. Puedes pensar lo que quieras pero quiero que sepas que yo nunca miento. Si quieres seguir adelante tú solo, adelante, eres libre.
Oliver se queda pensativo y ella camina con la ardilla en la cabeza. Al ver que se aleja, la alcanza hasta caminar a su lado.
-No sé que habrás echo, sinceramente me da igual pero no quiero morir aqui.
Brown sonríe y le acaricia la cabeza a Oliver.
-Eres un buen chico, Oli.
-Calláte.
-Te cabreas muy rápido. Si sigues así te saldrán arrugas.
La mira despiadadamente y ella sonríe.
-Eres estúpida.
-No más que tú.
Siguen su camino insultandose unos a otros. La ardilla está dormida sobre la cabellera castaña de Brown.

lunes, 13 de enero de 2014

The Union~Capítulo 29

(Nathan)
-Pensé en suicidarme.-Cuando oigo salir esas palabras de su boca, la separo de mí.-Pero me acordé de ti, de nuestros momentos y decidí que me escaparía de allí y te buscaría. Tú me ayudaste a seguir adelante.-Me sonríe, una de sus bonitas sonrisas. No se donde meterme en este momento, y ella lo notaba. Decidí por abrazarla y apoyar mi cabeza en su hombro.
-Eres muy estúpida Chris.
-Lo sé, lo sé.-Ríe.
-No dejes de abrazarme, por favor.-Seguro que la extraño mi favor pero sin embargo, ella sigo abrazandome.
En serio, esas palabras suyas, tan... Tan... No sé como definirlas pero... Me hacen sentir como un inútil por no poder resistir sonrojarme. Yo debería halagarla y subirla el ánimo pero más bien, ella me está animando a mi.
En ese silencio de repente se hace notar Perfect Weapon. Al parecer ella se asusta pero lo oculta bebiendo su colacao. Cojo el móvil y lo único que oigo es música todo volumen y unos segundos después, oigo la voz de Nick.
-Mi niño, te echo de menos, ven conmigo.
-Eres estúpido.
-Es parte de mi encanto.
-Lo qué tú digas. ¿Qué quieres?
-Tienes que venir pero ya, hay un concierto en directo, son principiantes pero dicen que tocan... Saldrán dentro de poco.
-Lo siento pero...-Christine me coje el movil y se levanta al ver que lo quiero de vuelta.
-¿Nick? ¿Eres tú?
-Sí... Hola... Esto...
-Soy Christine.-Me esquiva.
-Ah... Hola. Ya que estaís juntos... Teneís que venir, sin falta.-Me esquiva de nuevo.
-De acuerdo, ahora vamos a ir para alla.
-Tú eres más enrollada que tu novio.
-¿Qué?
-Nada, nada. Te veo luego.
Chris me da el móvil.
-Nos vamos.
-¿Por qué? Yo quiero seguir aqui, es mejor.
-Quiero ir.-Hincha los mofletes, ya está actuando como una niña. Estamos unos segundos mirandonos y me doy por vencido.
-Vale, iremos a The Druken Skull.
-¡Bien!-Me da un beso en la mejilla.-Solo espera un momento.
Asiento y ella entra en su habitación. Al momento sale con unos vaqueros ajustados y una camiseta por lo menos de mi talla de My Chemical Romance. Nos sonreimos mutuamente y vamos al Druken Skull cogidos de la mano.

sábado, 11 de enero de 2014

The Union~Capítulo 28

(Christine)
Le he traído a mi casa sin pensarlo siquiera. Me ha roto el corazón verle así. Le digo que se siente en el sofá mientras yo preparo dos colacaos calentitos. Cuando los termino, voy al salón, le doy la taza a Nathan que da pequeños sorbos mientras que me siento a su lado.
-Bien, ¿Por dónde quieres que empiece?
-Desde el principio.
-De acuerdo. Cuando desperté, estaba sentada y atada en una silla. Ellos me dijeron que les dijera el número de telefono para poder contactar con mis padres, cuando yo les dije que no tenía, me pegaron con una pistola. Ellos seguian insistiendo y yo diciendo lo mismo a si que estuvimos así durante horas. Decidieron llamar al alcalde de la ciudad donde estabamos para que pagará mi rescate pero les dije que él no pagaría mi rescate ya que soy una niña insifnificante y que no merecía la pena en torturarme. Ellos se apiadaron de mí y decidieron criarme ya que su primer secuestro había sido un fracaso. Fueron cuatro años maravillosos. Un día, vinieron unos tipos y prendieron fuego a la casa, por suerte todos ellos murieron y nosotros salimos vivos pero uno quedo totalmente aplastado. Quedo así por salvarme. Ya que no tenían vivienda y todo se había quemado, decidieron dejarme en la puerta del orfanato de la ciudad. Cuando entre allí, todo fue bien pero al tercer día, sin ningún motivo, empezaron ha hacerme la vida imposible. Se metian conmigo, se aprovechaban de mi y me pegaban diariamente.-Se me saltaron las lágrimas.-A sí fueron mis otros cuatro años.-Dejo la taza en la mesa y sigo llorando. Oigo como apoya su vaso y siento como me abraza.
-Yo... He vivido tan bien y tú tan... Mal... Me siento mal.
-Pensé en suicidarme.-En ese momento, Nathan me separá de él y me mira.-Pero me acordé de ti, de nuestros momentos y decidí que me escaparía de allí y te buscaría. Tú me ayudaste a seguir adelante.-No sabía donde meterse en ese momento, lo notaba. Se decidio por abrazarme y apoyar su cabeza en mi hombro.
-Eres muy estúpida Chris.
-Lo sé, lo sé.-Río.
-No dejes de abrazarme, por favor.-No puedo evitar sorprenderme pero hago lo que me dijo. No dejo de abrazarle.

viernes, 10 de enero de 2014

Dragon IV

Siguen por el sendero descubierto anteriormente. Un rato después, llegan a un portón que protegia el pueblo. Ya que las puertas están abiertas, entran.
Había mucha gente en la calle pero el ambiente era muy tenso, todos estaban serios y los niños jugaban sin ganas. Eso a la chica le entristecio y tuvo una idea para animar a los campesinos: dar un pequeño espetáculo. Bajo la atenta mirada de un Oliver perdido completamente, murmura unas palabra y alrededor de su mano izquierda aparece una luz similar a la que la rodeaba cuando se transformo en hombre, cuando la luz se desvanece, aparece una flauta. Comienza tocando unas simples notas y enseguida atrajo la atención de los niños que, lentamente, comenzaron a seguirla. Oliver desconcertado, también la sigue. Llega a un fuente y se sube al bordillo, ahí comenzo a saltar y moverse alegremente mientras tocaba la flauta. Algunos adultos curiosos se acercaron a verla. Ahora todos estaban alegres, necesitaban entretenimiento, algo así como un juglar.
Ella a veces se hacía pasar por juglar para no levantar sospechas. Animar a la gente le gustaba y ver a los niños sonriendo le gustaba aún más.
Cuando termina de tocar, mira a toda esa masa de gente que se habia concentrado para verla, hizo un saludo y todos los aldeanos, comenzaron a aplaudir. Ahora la gente sonreía y los niños jugaban animados.
-¿Por qué has echo eso? Podrían haberte descubierto.
-Tranquilizate Oliver. Lo hecho porque no me gustaba la atmósfera que se respiraba.-Una muchacha, parecía tener la misma edad que la jefa de Oliver, se acerca a ellos.
-Hola. Bonita melodía.-Dice sonriente.
-Buenos días, muchas gracias.
-¿Son juglares?
-Eeem... Algo parecido. Él no lleva tanto tiempo como yo a si que yo soy su maestra.
-Los juglares sois geniales.
-Muchas gracias.
-Estareís hambrientos, venid conmigo, alomejor tengo algo que podaís desayunar.
-Muchas gracias señorita, es usted muy amable.- Dice Oliver sonriente.
-No hay que darlas.- Ella pudo notar cierto rubor en su mejillas pero mantuvo la boca cerrada.
Llegan a una modesta cabaña. Era muy acojedora con su fuego, sus camas... La muchacha hace una seña para que se sienten mientras les sirve comida del caldero que hay todavía en el fuego.
-Tomad chicos, esto es todo lo que tengo.
-Es más que suficiente, muchas gracias.-Vuelve a sonreír Oliver y la aldeana vuelve a ruborizarse. Podría haber contestado ella pero se le caían las babas.
-Muchas gracias por la comida.-Empiezan a comer.
-Me gustaría saber vuestros nombres.
-Yo soy Oliver y ella es...-Para y la mira, llevaba dos días con ella y no sabía como se llamaba.
-Llamame Brown.
-Yo soy Susan, encantada.-Brown termina de comer.
-Estaba deliciosa.
-¡Cuánto me alegro!
-Estaba delicioso, muchas gracias Susan.-Dice Oliver.
-No es nada. Gracias a vosotros por animar a los demás, siempre es bonito verles sonreír.
-Desde luego por eso nos decicamos a esto.- Oliver quería interrumpir a Brown pero está le dio un codazo y quedo callado.
-Si quereís, podeís pasar aquí la noche aunque falte mucho.
-Es muy amable por tu parte Susan, pero debemos irnos.-La mirada de Susan cambio, ahora no reflejaba alegría sino tristeza.
-Es una auténtica pena pero por suerte, el siguiente pueblo está bastante cerca.
-Gracias por la información Susan.
-De nada Oliver, Brown.-Quería decir otra cosa pero se la calló.
- Y sí, volveremos.-Brown sonríe y Susan se queda desconcertada y seguramente se estaba  preguntando como había averiguado lo que estaba pensando.
-¿Por qué no podemos quedarnos aquí hasta mañana?
-Porque no.
-¿Y por qué no?
-Porque no tenemos mucho tiempo.
-¿Eh?
Ella no dice una palabra más y salen de la aldea mientras que unos aldeanos les dan las gracias y les despiden con la mano.

jueves, 9 de enero de 2014

Dragon III

Ya ha amanecido y los madrugadores rayos solares van a parar a la cara de la muchacha. Ella molesta, abre los ojos y ve que Oliver duerme a su lado. Sonríe maleficamente, se levanta y va hacía el árbol que tenían enfrente. Antes de subirse hace un hechizo y hace aparecer dos espadas. Con su ayuda, escala hasta la rama más alta. Una vez allí, apunta bien y lanza una espada hacia al chico. Se levanta sobresaltado y por aquella reacción, ella empieza a reír sin parar.
-¿Qué coño haces? ¡Podrías haberme matado!- Grita muy cabreado mientras ella sigue riendose.-No te rías.-En ese momento intenta aguantarse la risa.
-Sin embargo no has muerto. Y confía un poco más en mi puntería.-Baja de la rama de un salto y camina armada por la otra espada, hasta el joven.
-Bien, empecemos. Lo más básico de todo, coje la espada.-  La señala y él la coje.- ¡Guau!-Aplaude,- ya has completado el primer paso. Bien, ahora empuñala fuertemente y ataca aquellas ramas tan bajas.-Señalas la ramas, él asiente y va ha hacerlo mientras ella se sienta en el tronco.
De repente se le ocurre una idea y decide hacerlo así. Coje una hoja grande y con una ligera llama, la quema y pone "espadachín". Oliver sigue cortando ramas. El tronco empieza a moverse y se levanta, cuando lo hace, todo el suelo tiembla y Oliver se da la vuelta sobresaltado. Al ver el tronco con vida no puede evitar chillar.
-Tranquilo Oliver,- da una palmadita al tronco viviente- te ayudará a entrenar. Tu tercer ejercicio será... Intentar desarmarle. Tienes que usar la espada, no vale nada más, ¿De acuerdo?
-¡Estás loca!
-Tal vez. Empieza.
El muñeco da un paso adelante y ataca a Oliver que por los pelos, lo esquiva. Los ataques son continuos y los esquiva como puede, uno de ellos lo detiene con la espada. Levanta los brazos y haciendo levantar los brazos de la marioneta. Ataca y la espada sale disparada hasta el lado de la chica.
-Bien, otra vez.-Lanza la espada a la marioneta y repiten el ejercicio.
Está vez, el que queda desarmado es Oliver. Esquiva los ataques pero en un momento queda acorralado, ella se acerca por detrás del tronco, hace una pistola con sus dedos y lanza una llama que quema la hoja en la que ponía "espadachín". El tronco queda inanimado como al principio. La espada cae al lado de Oliver y el árbol hacia atrás.
-¿Estás bien?- Le tiende la mano para ayudarle a levantarse pero este le da un manotazo y se levanta por su cuenta.
-¡Eres una demente! ¡Casi muero por tu culpa!-Ella sigue afectada por el rechazo de su ofrecimiento y sin mirarle si quiera, absorbe la espada utilizada por el muñeco de madera y empieza a caminar.
-Te regalo esa espada, tomalo como un obsequio de tu maravillosa jefa.
-¿Eh? ¿Maravillosa jefa? ¡Casi me matas y encima dos veces!
-Mira niñato, a mi me da igual si continuas solo pero si sigues tu camino tú solo, morirás muy pronto. A si que toma una decisión.
Da un paso y otro más y va adentrandose más y más en aquel bosque. Oliver, asustado, decide seguirla. Además salvo su vida a si que le debe una.
Los dos caminan unos metros más y encuentran un sendero. Ella sonríe porque eso significa que hay un pueblo cerca y puede desayunar decentemente.

miércoles, 8 de enero de 2014

Dragon II

Oliver y la chica caminan por el bosque, está empezando a oscurecer a si que deciden acampar en ese lugar.
-Oliver, ve a buscar leña o comida lo que se te de mejor mientras yo descanso.
-¡Oye! Por lo menos podría ir a recojer comida o algo. Soy tu esclavo pero no pienso hacer tanto trabajo para agradarte.
-¡Uy, uy, uy! Lo siento mucho esclavo mio, yo iré a buscar comida y tú a buscar leña. ¡Ah! Ten cuidado, hay muchos animales salvajes y mercenarios por aquí.
Ella va hacia la derecha y él hacia la izquierda con un poco de miedo metido en el cuerpo por culpa de su "jefa". Al rato, ella está sentada apoyada en un tronco de árbol caído y segundos después aparece él.
-Por fin llegas, ya me empezaba a preocupar por ti.-Dice en tono burlón.
-¡Qué te zurzan!
-¡Ay, ay, ay! No me puedo creer que me hayas dicho a mí.-Exagera su tristeza fingida. Oliver suspira y coloca los palos y ramas hasta formar una buena estructura, se dispone a hacer fuego cuando ella le detiene.-Espera, ya lo enciendo yo.
-¿Y cómo? ¿Acaso sabes hacer fue.. ?-Del dedo de la muchacha sale una llama que prende enseguida toda la leña y mira a su esclavo sonriente.-Ah, se me olvidaba que eras maga.
-Nunca debes olvidar que soy y ahora que vas a andar conmigo... Es mejor que aprendas a defenderte...
-Me niego a aprender magia.
-No te iba a sugerir eso pero gracias de todas formas por molestarte en decirmelo. Iba a sugerirte otra cosa. ¿Sabes usar la espada?
-No.
-Eso suponia. Yo sí a si que si me permites, Oliver, te enseñaré a defenderte.- Oliver se sorprende ante su repentina amabilidad.
-Gracias jefa.
-De nada hombre. Comamos y después vayamos a dormir, mañana nos espera otro día largo.
-De acuerdo.
Comienzan a comer los frutos que habia recolectado anteriormente la joven. Eran todavía verdes pero estaban sabrosas y jugosas. Al rato, después de mirar un poco las estrellas, ambos se quedamos dormidos.

martes, 7 de enero de 2014

Dragon I

Día gris. Nubes blancas. Árboles que apenas dejaban ver el cielo grisáceo. Avanzando un poco más, se puede llegar a un acantilado. Al borde de este, hay una joven, a juzgar por su estructura. Aprecia con todo detalle el paisaje desde allí, está tan atenta que ve algo insual, un punto hundiéndose. Supuso que era una embarcación, pero al mirar más detenidamente, ve que lo que está hundiéndose no es un objeto, si no una persona. Sin dudarlo se quita su chaqueta y se lanza al mar a salvar la vida de un desconocido.
Un rato después, la chica lleva el cuerpo hacía el bosque, una vez allí, lo tumba y le saca todo el agua que puede. Lo deja tumbado y empieza a quitarse la ropa mojada, la mayoría. Tapa su torso desnudo con su chaqueta. El muchacho comienza a despertarse. Mueve la mano y nota hierba. Le extraña sentir ese tacto y se levanta sobresaltado. Mira a sus lados, nada salvo muchos árboles. De un salto, la muchacha aterriza en el suelo. Se acerca al chico que ella misma había rescatado, acerca mucho su cara a la de él, el joven retrocede dado a la incomodidad producida por los actos de la joven. Se levanta y se mirándole.
-Por fin despiertas.
-¿Dónde estoy?
-Podrías mostrar agradecimiento antes de hacer preguntas, ¿no?
-Eeem... Gracias por sacarme.-Revisa a la chica. Ve que su tripa está llena de tatuajes. También obseva que no tenía sostén a si que enseguida, aparta la vista.-Aunque... Antes de quedarme inconsciente, vi la figura de un hombre.- Ella chasquea la lengua y seguidamente los dedos. Una luz brillante la rodea y cuando la luz desaparece, aparece un hombre.
-¿A si mejor?
-¿Eh? Pero... ¿Qué?- Ante el desconcierto del empapado muchacho, el hombre ríe sin parar y chasquéa sus dedos de nuevo. Está vez, cuando la luz se desvanece, vuelve a aparecer la muchacha.
-Eres un chico muy gracioso.
Se da la vuelta. Cuando llega a rama donde esta tendido su sostén y su camiseta, se quita la chaqueta. Enseguida, aparta su mirada de ella no sin antes percatarse de su espalda llena de tatuajes al igual que sus brazos
-¿Has echo magia, verdad?
-A si es.
-Pero... ¿No está prohibida?
-Lo está.-Termina de vestirse.
-Entonces, ¿por qué la utilizas?-Se acerca a él hasta quedar a unos pocos centímetros.
-Está prohibida pero eso no significa que no sea practicada. Hay muchos más magos y magas de los que crees. A si que dejemos al lado ese tema...- Le lanza una especie de manzana que había cogido antes y se sienta a su lado.- ¿Qué hacías bañandote en un día así?
-Mi balsa se rompió por la brabura del mar y casi me ahogo si no llega a ser por ti.
-Vaya...- Muerde su manzana y se levanta.-No pienses que te he salvado a sí por las buenas, por mi, te hubiera dejado morir pero... - Le señala con la mano con la que sostiene la fruta.- A partir de hoy, serás mi esclavo.
-¿¡Qué!? No pienso ser tu esclavo
-Si no aceptas, te vuelvo a lanzar al mar. O mejor aún, te mato con mis propias manos.- Sonríe sádicamente.
-Vale, está bien... Seré tu... Tu... Tu...
-Mi esclavo.
-Eso.-Tiende  la mano y él la estracha.
-Es un trato, no se te ocurra romperlo, esclavo. Supongo que tienes un nombre, ¿cómo te llamas?
-Oliver, Oliver Swan.
-Oliver... Eh... Bueno, Oliver deja de vagear y emprendamos la marcha.
-¿Tan pronto?
-Sí. El tiempo es oro.
-¿Hacía dónde?
-Ya lo verás.
-Respondeme mujer.
-Jefa.
-¿Qué?
-Eres mi esclavo y como tal, tienes que empezar a llamarme jefa.
-Me niego.-Le echa una mirada asesina.-Vale, está bien.
-Eres un esclavo muy dócil, muy bien.
Le acaricia la cabeza y emprende un nuevo rumbo, todavía incierto.

The Union~Capítulo 27

 (Nathan)
-¿Qué demonios quieres Christine?-La miro enfadado y ella hace lo mismo. Se acerca más a mi, me agarra del cuello de la chaqueta, me  acerca a ella y... Me beso. Cuando se separo de mi, no puedo evitarla mirarla de manera extraña y Sonrojarme. No me lo esperaba.
-Eres la persona más especial que existe para mí.-Sonrío.- Aquel hombre que viste ayer, se llama Mikey Yovanoff. Me crió como si fuera su hermana pequeña.
-Siento la escenita de antes...
-No te preocupes.
- Y siento que lo hallas tenido que demostrar así.
-¿Piensas que lo he echo obligatoriamente? Siento decepcionarte pero lo he echo voluntariamente.-Me sonríe y se gira para irse pero de repente parece recordar algo y dijo.-Ah, se me olvidaba. Yo nunca he sido tímida, solo soy desconfiada. El único tímido eres tú. Ahora sí que... Adiós, hasta mañana.

Se empieza a alejar de mí, me giro y no puedo evitar sonreír ni seguir con este rubor. ¡Me ha besado! Ha sido extraño y lo ha echo porque ella quería... Espera, Nathan no te precipites. Pero la he oído decir que soy la persona más especial que existe. ¿Sigo siendo tan importante para ella después de aquello? ¿No me culpa? Y entonces... ¿Si ella no me culpa, por qué me culpo yo? Todavía recuerdo por donde ha girado... Si corro... Puedo ser capaz de alcanzarla de nuevo...
Una vez que doy un paso, no puedo parar de correr hasta que no veo de nuevo la figura de Christine. Freno y la agarro de hombro, se gira sobresaltada y me mira extrañada. Sus ojos miel se clavaron en mi, lo notaba. Cuando recobro la respiración, me incorporo y me quedo frente a ella.
-¿Qué pasa?
-Christine... Tú...
-¿Yo...?
-¿Me odias por no haberte salvado de aquellos... Hombres?
-¿Qué clase de pregunta es esa? Por supuesto que no te culpo. Es más, me alegre de que no salieras gravemente herido. Si hubieras sido herido... Yo...-Bajo la mirada, no puedo mirarla ahora mismo. Siento lágrimas saliendo de mis ojos y resbalando por mis mejillas.-¿Nathan?
-Yo... Yo... Llevo todos estos años atormentando por no haberte podido salvar. Aquel sentimiento de impotencia que sentí ese día, todavía no se has esfumado. Yo quería protegerte, era mi deber pero no lo puede cumplir.
-Nathan pa...
-Y ahora vienes tú, diciendo que no me culpas de nada y diciendo que te alegraste de que no saliera herido. Es verdad que no salí herido pero... mi vida se fue a la mierda. 
-Yo... Esto... Por una parte suponía que te sentirías culpable pero creía que te sentirías TAN culpable, a si que siento que te hayas tenido que sentir así, de verdad que lo siento.-Su mirada reflejaba mucha pena y arrepentimiento. La abrazo y ella corresponde a mi abrazo.-Yo... no te conté nada de lo que me ocurrió durante estos ocho años aparte de que no he sido capaz de superarlo y además quería evitar que me sintieras lástima aunque más que lástima, culpabilidad.-Me coge de la mano.- Por favor, no llores más que si sigues así, yo también lloraré.-Me seco las lágrimas rápidamente y ella empieza a conducirme hasta su casa. 
No me culpa de nada... ¡NO ME ODIA! Es lo único que puedo pensar ahora. Christine ya está preparada para contarme todo aquello que paso, lo he visto cuando me dijo el nombre de ese hombre. 

domingo, 5 de enero de 2014

The Union~Capitulo 26

(Christine)
Luke me acompaña a la enfermería bueno, más bien, vamos alli.
-Luke, ¿por qué te has empezado a pelear con Nathan?
-Él lo propuso- se encoje de hombros,- parecía molesto por algo. Además me gusta pegarle, me ayuda a liberarme de mis tensiones y demás.
Me paro en seco, él también se para. Me pongo delante suya y el me mira raro, mantengo su cara entre mis manos.
-No puedes pegar a Nathan, te lo prohíbo.
-¿Ah, sí? ¿Quién eres tú para decirme qué puedo hacer y qué no?
-Soy la amiga de Nathan.- Le quito las manos de las mejillas.- Te voy a dar una advertencia, ¿De acuerdo? La próxima vez que le pegues, yo misma me haré cargo de tí e incluso podría matarte. -Le sonrío amablemente y puedo notar algo de miedo en su expresión.
Seguramente porque ha notado que lo he dicho en serio.
-Ah, pero Luke, que sepas que no odio. Eres mi amigo al fin de al cabo- sonrío.
-¿A si qué está es tu personalidad eh...? Personalmente no me lo esperaba.
-Bueno, la he ocultado durante mucho tiempo a si que ahora se me está haciendo difícil volver a ser como era. Venga, vayamos a la enfermería. Espero que Stevenson no me empiece a odiar.
Nos reímos y entramos.
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Cuando abro los ojos, veo a Anne con la mochila colgada.
-¡Por fin despiertas bella durmiente! Estaba pensando en darte un beso o algo, aunque pensandolo hubiera sido mejor haber llamado a Luke o Nathan.
-¿Ya se han acabado las clases?-Me rasco los ojos mientras bostezo.
-Sí. Joder, como has dormido jodia.
-Me ha sentado bien la siestecita.
-Cabrona... No me des envidia. Por cierto, ¿qué pasa con el club?- Oh mierda, el club.
-Gracias por recordarmelo Anne.
-De nada, pa' eso estoy.
Voy corriendo hacia la sala. Allí Robert me recibe y me ordena hacer inventario de los libros.
¡Qué divertido!
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¡Por fin acabé! Salgo de la sala, despidiendome de Robert y los demás.
A la salida, veo a Nathan de lejos. "Y dime, ¿yo soy especial?" Trago saliva y camino decidida hasta él. Cuando paso por su lago, le agarro del brazo y lo arrastro conmigo.
Él intenta soltarse pero no lo consigue, lo intenta otra vez y me paro, no por lo que había echo él sino porque yo quería.
-¿Qué demonios quieres Christine?-Me mira enfadado y yo hago lo mismo. Me acerco más a él, le agarro del cuello de la chaqueta, lo acerco a mí y... Le beso. Cuando me separo de él, me mira de manera extraña y tiene las mejillas ligeramente sonrojadas. Seguro que no se lo esperaba.
-Eres la persona más especial que existe para mí.-Sonrío.- Aquel hombre que viste ayer, se llama Mikey Yovanoff. Me crio como si fuera su hermana pequeña.
-Siento la escenita de antes...
-No te preocupes.
- Y siento que lo hallas tenido que demostrar así.
-¿Piensas que lo he echo obligatoriamente? Siento decepcionarte pero lo he echo voluntariamente.-Sonrío y me giro para irme pero me acuerdo de algo que dijo.-Ah, se me olvidaba. Yo nunca he sido tímida, solo soy desconfiada. El único tímido eres tú. Ahora sí que... Adiós, hasta mañana.
¡Vaya peso que me he quitado de encima! Me pregunto como interpretará lo del beso y eso... Bueno que lo haga como quiera. He estado guay. Soy guay. Venga, Christine, ya paso todo. Miro hacía a delante, a la puesta de sol mientras camino.