martes, 14 de enero de 2014

Dragon V

Paso un buen rato desde que abandonaron la aldea a si que decidieron descansar un rato. Ambos oyen ruidos de ramas y Oliver se levanta sobresaltado pero resulta que no es lo que esperaba, era una ardilla. Brown empezó a reírse hasta quedar tumbada en el suelo y llorar. Oliver le lanza una mirada asesina y está para de reírse y extiente la mano a la ardilla que sube por su brazos hasta su hombro, pasa por detrás de su cuello y se posa en el otro hombro. Oliver suspira aliviado pero está muy avergonzado.
-No tienes porque sentirte avergonzado, es normal. No sabias que iba a salir de entre los arbustos.
-Ya... Pero no recordemos está historia, por favor.
-¿Y por que no?- Acaricia a la ardilla.- Es bastante divertida.
-No es divertida para nada.-Brown se levanta y queda mirando al oeste, su comportamiento se había vuelto extraño.-¿Qué te pasa?
-¿Eh? Nada, nada. La ardilla debe de estar hambrienta, voy a buscarla algo de comer. Tú puedes cojer los frutos del árbol.-Señala al árbol que tenía detrás de él, después se adentra en el bosque en dirección este.
Pasa un buen rato y Brown aún no ha llegado. Oliver está apoyado en el árbol comiendose uno de sus jugosos frutos verdes. Cuando oye unos pasos y se pone el guardia sin desembainar la espada. A su izquierda, aparecen tres hombres. Uno pequeño, regordete y con un bigote retorcido. Otro alto, delgaducho y pelirrojo. Y el otro, de una estatura media, ni muy alto ni muy bajito, con barba y con una cicatriz en el ojo. Al parecer el regordete es el lider.
El lider avanza hacía Oliver y le sonríe amablemente.
-Hola jovencito, ¿Por casualidad no habrás visto a está chica?- Se saca un papel de su bolsillo y se lo enseña. Oliver se sorprende pero inenta ocultarlo. Estaban buscando a Brown.
-No, lo lamento.-El hombre pelirrojo se acerca a su jefe y le susurra algo al oido, la expresión de amabilidad desaparece.
-Sé que sabes quién es, dime donde se encuentra.
El hombre de la cicatriz sujeta una daga en su estuche, el lider la coje la daga y se acerca amenazando a Oliver.
Delante de los hombres misteriosos cae una bola de fuego la cual crea mucho humo. Se les oye murmurar dónde estaba Oliver y Oliver estaba desconcertado. De repente, alguien tira de su brazo, es Brown.
-Corre.-Murmura
Ambos corren al norte aprovechando aquel humo tan espeso. Brown no tenia puesta su chaqueta, tiene más tatuajes de lo que imaginaba. Paran a recobrar el aliento. Apoya sus manos en sus rodillas y él se apoya en un árbol. En su mano derecha se hace visible el tatuaje de un dragón el cual empieza en la mano y sube hasta su antebrazo. Cuando recobran la respiración, la ardilla salta hasta la cabeza de Brown y se pone la chaqueta.
-¿Por qué te buscan?
-Sé que estás pensando que he echo malo pero te equivocas. Yo no soy la mala, ellos son los malos. Puedes pensar lo que quieras pero quiero que sepas que yo nunca miento. Si quieres seguir adelante tú solo, adelante, eres libre.
Oliver se queda pensativo y ella camina con la ardilla en la cabeza. Al ver que se aleja, la alcanza hasta caminar a su lado.
-No sé que habrás echo, sinceramente me da igual pero no quiero morir aqui.
Brown sonríe y le acaricia la cabeza a Oliver.
-Eres un buen chico, Oli.
-Calláte.
-Te cabreas muy rápido. Si sigues así te saldrán arrugas.
La mira despiadadamente y ella sonríe.
-Eres estúpida.
-No más que tú.
Siguen su camino insultandose unos a otros. La ardilla está dormida sobre la cabellera castaña de Brown.

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