miércoles, 20 de agosto de 2014

The Union~Capítulo 45

(Christine)
-Oh, no me digas que estás celoso. -Le digo para chincharle y me devuelva el móvil.
-Sí, lo estoy. ¿Algún problema?-No puedo evitar sorprenderme y sonrojarme ante su respuesta, no esperaba que dijera que si. Apartó la mirada automáticamente. -No apartes la mirada,-me coge de la barbilla y hace que le mire.-mírame a mi y háblame a mi. Sólo a mi. Por favor.
Me ruborizo más cuando me dice eso y su cabeza se acerca cada vez más a la mía y sus labios a los míos. Está tan cerca que puedo notar su respiración. Cuando nuestros labios están a tan sólo unos centímetros, oigo que abren la puerta.
-Vaya, vaya, que atrevidos e impacientes son los jóvenes de hoy en día.-Nathan se aleja de mi despacio bajo la atenta mirada de la enfermera que esconde la mitad de su cara detrás de la carpeta.-Por mucho que os deseéis, ¿no puedes esperar hasta que por lo menos no lleves tubos?-Deja la carpeta en la mesita que hay entre las dos camas y vuelve a colocarle los tubos intravenosos correctamente mientras yo me río.
-Lo siento, no lo volveré ha hacer...
-Además si no recuerdo mal, la herida se abrió hace poco, ¿verdad? No se cómo puedes levantarte y hacer eso con un dolor tan horrible. Supongo que el deseo por tu compañera es más fuerte.-Me río por lo bajo y él, sonrojado, aparta la mirada de la enfermera.
Era una enfermera bajita, regordeta y al parecer, con sentido del humor, me gusta.
Cuando termina de colocarle los tubos, viene a mi para examinarme. Cómo ve que no hay ningún desperfecto, coge la carpeta y la abre.
-Nathan Kenway y Christine Yovanoff, ¿cierto?-Ambos asentimos.
-Bien, 18 y 16, respectivamente.-Volvemos a asentir.- Heridos de bala, misteriosamente... Debo haceros una advertencia, es posible que cuando la herida cicatrice, podáis perder un poco de movilidad del brazo y problemas de circulación pero el problema de circulación no se dará porque no ha rozado ni roto ningún vaso sanguíneo de la zona. Aunque por lo visto, el joven puede mover sin problemas el brazo a si que estaremos observando su evolución señorita Yovanoff.
-Vale, gracias.-Sonrio.
-Ahora vendrán a cambiaros los vendajes. Yo me voy, adiós.
-Adiós.-Decimos al unísono y cuando la puerta se cierra, me mira.
-¿Q-qué?
-Me he quedado con la ganas.-Noto calor en mis mejillas y giro la cabeza, el se ríe.
-I-idiota, n-no te rías.-Me tranquilizo y vuelvo a mirarle.-Me alegro de que te haya interrumpido.
-Lo he notado y también la gracia que te ha echo sus comentarios sobre el deseo y esas cosas.
Nos miramos mutuamente a los ojos y terminamos riéndonos a carcajadas de lo ocurrido.
La verdad, es que en ese momento, me hubiera gustado que me besará.

viernes, 1 de agosto de 2014

The Union~Capítulo 44

(Nick)
Miro al techo, miro al móvil. Al techo, al móvil. ¿La llamó o no la llamó? Llevo así un rato desde que me he levantado. Me gustaría llamarla pero no se que decirla. ¿Estaría bien invitarla a salir así por las buenas? No se, creo que me gusta y no se si quiero hacer lo que hago siempre porque siempre la cagó.
Al final decido llamarla después de mucho meditarlo. Busco en la agenda... Paula White... Aquí está. Y sin pensar, pulso la pantalla y se mi móvil se pone en estado de llamada.
Un pitido. Dos pitidos... Tres pitidos. Vale, no lo cogerá. Cuatro pit...
-¿Si?-Oigo una voz femenina, obviamente ya que es una chica. Parecía que estaba cansada.
-Ho... Hola Paula... Soy Nick Thomp...

-Ah... Sí... Hola Nick.-Su tono parece más alegre.

-Me preguntaba si te había despertado o algo al principio parecía que tenías la voz algo...

-Oh no, ya estaba despierta pero creía que eras un productor y quería hacerme la enferma.-Dice entre risas.

-Menos mal.-Suspiro y ella ríe a través del móvil.- También me preguntaba si hoy estabas libre y te gustaría ir a tomar algo.

-Me encantaría. Conozco un buen lugar y tengo la sensación de que te encantará.-No puedo evitar esbozar una sonrisa.-¿Te importaría si quedamos en la estación Sur a las... Cinco?

-Me parece bien. Me parece bien que elijas un lugar, sinceramente no sabía dónde llevarte.-Ambos reímos.-Allí nos veremos.

-Adiós.-Dice muy contenta al parecer y cuelga. No podría estar más feliz ahora mismo.

Vale... Son las doce de la mañana... ¡Falta muchísimo! Para matar algo de tiempo llamaré a Nathan. Busco "princeso" en mi lista de contactos y pulso al icono del teléfono verde.
Un pitido... Dos pitidos... Tres pitidos... Cuatro pitidos... Cinc...
-¡Nick! ¿Qué quieres?-Está enfado, ¿por qué? ¿Habré interrumpido o algo? Me río para mis adentros.
-Ey tío, primero te me relajas,¿eh?
-Vale... Vale... Pero, ¿qué quieres?
-Estás en el hospital. Ingresado por una herida de bala. Son tu amigo, estoy preocup...
-Estás aburrido, no mientas Nick. Por cierto... Cuando salga te machacaré en el Tekken.-Vale, le he interrumpido. Esa es su forma de decirme que me va a matar. Noe siento querido y cuelgo.
Vale, ya me he divertido un rato pero sigue siendo muy pronto.

Cuando llegó al sitio acordado, ella ya estaba allí, apoyada en una farola y mirando el móvil, está escuchando música con esos cacos tan enormes. Yo también iba escuchando música por el camino pero... Da igual. Nada ver a alguien con el pelo morado la he visto. Con esos pantalones rotos negros y su camisa roja.
Me acercó por detrás suya y le pongo una mano en el hombro. Cuando se sobresalta, no puedo evitar reírme hasta que las lágrimas salen de mis ojos.
-¡Jo!-Se quita los casco y se los pone al cuello.-¿Otra vez?
-Sí, lo siento.-Digo sin parar de reír. Me echa una mirada punzante pero termina riendo ella también.
-Tendré que estar en guardia cada vez que nos veamos, supongo.-Cada vez que nos veamos... Entonces... ¡Quiere que quedemos más veces!
De camino al sitio que me había mencionado por teléfono, intercambiamos opiniones sobre música, películas y demás. Se ríe de casi todas la paridas que digo, eso le suma más puntos.
Un vez allí, tomamos algo y ya entiendo porque dijo que me encantaría, ¡está decorado con un montón de cantantes famosos que habían pasado por ahí. Había guittarras, bajos y un póster de una batería colgados en las paredes. También hay muchos libros, hasta cómics. ¡Este sitio es genial!
-Ya entiendo porque decías que tenías la sensación de que me encantaría.
-Nada más que te vi, note que teníamos gustos parecidos pero nunca me imaginé que tantos como tampoco imaginé que me llamarías tan pronto.
-Oh... Lo siento... Podría haber espera...
-No, no,no, está bien. Me alegra que me llamarás. Hace mucho que salía con alguien como tú y es muy divertido.-Sonríe y sonrió yo también.
Después, fuimos a una tienda de discos, de las mejores que he pisado en mi vida. Y se nos hizo tarde enseguida.
Volvimos al punto de encuentro y nos despedimos cuando me di la vuelta para irme, sentí que alguien me agarra y me abraza por detrás.
-Gracias, me lo he pasado muy bien.-Paula me suelta y cuando me giro para contestarla, ya está entrando en la estación. Sonrió y me voy a mi casa, feliz por ese día. Me pongo mis cacos y me sumerjo en los recuerdos de hoy.