martes, 15 de julio de 2014

Dragon XI

Pasan las horas y todo sigue como antes, el viejo y la chica curándola y Oliver en la misma sala y en la misma postura aún comiéndose la cabeza por lo sucedido.
Desesperado, se levanta y mira por la ventana. No se había dado cuenta de que había pasado tanto tiempo. Habían llegado de día y ya estaba anocheciendo. Oliver pensaba que ellos habían tenido complicaciones y empezó a inquietarse. De la chimenea hasta las ventana,de la ventana hasta la chimenea y así repetidas veces hasta que el hombre canoso sale de la habitación sudoroso y se quita los guantes llenos de sangre.
-Bueno muchacho, lo primero de todo antes de que rompas algo,=Oliver ya había clavado la mirada en aquel hombre pero no se había detenido. Cuando se dio cuenta que iba a continuar, Oliver se detiene.- Aisha está bien. Ha sido muy difícil reconstruirla pero esta bien solamente necesitará descansar mucho y demasiado tiempo de reposo.
-Está bien, gracias por su ayuda. Soy Oliver.-Tiende la mano.
-Yo Harold.-En ese momento, la chica sale de la habitación con todas las herramientas usadas en la curación de Brown ensangrentadas.-Ella es mi hija Aileen.
-Puedes ver a Aisha.-Dijo Aileen en un tono frío dejando el cubo con los utensilios al lado de una pila de agua dispuesta a lavarlos.
Oliver pasa a ese cuarto y al ver a Brown tan indefensa y malherida, él se derrumba. Todo ha sido culpa suya. Sin poder evitarlo, llora encima de las blancas sábanas que recubrían el cuerpo inmóvil de Aisha y sin parar de pedir perdón.
-Ella no te culpará.-Sorprendido, Oliver levanta la cabeza y ve a Aileen apoyada en el marco de la puerta.-Ella puede tener una personalidad retorcida a veces pero en realidad es una buena persona. No se que habrá pasado pero seguramente que no te culpará, de eso estoy segura.
-Gracias Aileen.=se seca las lágrimas.
-Anda ven y cena con nosotros. No siempre viene alguien acompañado a Aisha.
Salen de ahí y van a la sala inicial. Allí está Harold con una olla en el fuego de la chimenea. Con un gesto amable, indica a Oliver que se siente en la mesa y al cabo de un minuto, le sirve un plato de guiso.
-Esto es todo lo que podemos ofrecerte Oliver.
-No se preocupe Harold, es más que suficiente.-Aileen coloca un vaso de agua delante del chico y se sienta a su lado para comer.
-Bueno Oliver, cuéntanos lo que te hizo viajar con Aisha.
-¿No me vais a pedir una explicación de lo ocu...?
-Ya habrá tiempo para eso además es mejor para ti mantener eso fuera de tu cabeza.-Dice Aileen.
-Aileen tiene razón, esperaremos que Aisha se despierte para que nos contéis lo ocurrido. Ahora cuenta, es bastante inusual que ella viaje con alguien.
-Pues vereis... Era un día de mucha niebla y yo...
En aquella acogedora casa, en ese preciso instante Oliver les contó a Harold y Aileen la historia de cómo conoció a Aisha.

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