martes, 7 de enero de 2014

The Union~Capítulo 27

 (Nathan)
-¿Qué demonios quieres Christine?-La miro enfadado y ella hace lo mismo. Se acerca más a mi, me agarra del cuello de la chaqueta, me  acerca a ella y... Me beso. Cuando se separo de mi, no puedo evitarla mirarla de manera extraña y Sonrojarme. No me lo esperaba.
-Eres la persona más especial que existe para mí.-Sonrío.- Aquel hombre que viste ayer, se llama Mikey Yovanoff. Me crió como si fuera su hermana pequeña.
-Siento la escenita de antes...
-No te preocupes.
- Y siento que lo hallas tenido que demostrar así.
-¿Piensas que lo he echo obligatoriamente? Siento decepcionarte pero lo he echo voluntariamente.-Me sonríe y se gira para irse pero de repente parece recordar algo y dijo.-Ah, se me olvidaba. Yo nunca he sido tímida, solo soy desconfiada. El único tímido eres tú. Ahora sí que... Adiós, hasta mañana.

Se empieza a alejar de mí, me giro y no puedo evitar sonreír ni seguir con este rubor. ¡Me ha besado! Ha sido extraño y lo ha echo porque ella quería... Espera, Nathan no te precipites. Pero la he oído decir que soy la persona más especial que existe. ¿Sigo siendo tan importante para ella después de aquello? ¿No me culpa? Y entonces... ¿Si ella no me culpa, por qué me culpo yo? Todavía recuerdo por donde ha girado... Si corro... Puedo ser capaz de alcanzarla de nuevo...
Una vez que doy un paso, no puedo parar de correr hasta que no veo de nuevo la figura de Christine. Freno y la agarro de hombro, se gira sobresaltada y me mira extrañada. Sus ojos miel se clavaron en mi, lo notaba. Cuando recobro la respiración, me incorporo y me quedo frente a ella.
-¿Qué pasa?
-Christine... Tú...
-¿Yo...?
-¿Me odias por no haberte salvado de aquellos... Hombres?
-¿Qué clase de pregunta es esa? Por supuesto que no te culpo. Es más, me alegre de que no salieras gravemente herido. Si hubieras sido herido... Yo...-Bajo la mirada, no puedo mirarla ahora mismo. Siento lágrimas saliendo de mis ojos y resbalando por mis mejillas.-¿Nathan?
-Yo... Yo... Llevo todos estos años atormentando por no haberte podido salvar. Aquel sentimiento de impotencia que sentí ese día, todavía no se has esfumado. Yo quería protegerte, era mi deber pero no lo puede cumplir.
-Nathan pa...
-Y ahora vienes tú, diciendo que no me culpas de nada y diciendo que te alegraste de que no saliera herido. Es verdad que no salí herido pero... mi vida se fue a la mierda. 
-Yo... Esto... Por una parte suponía que te sentirías culpable pero creía que te sentirías TAN culpable, a si que siento que te hayas tenido que sentir así, de verdad que lo siento.-Su mirada reflejaba mucha pena y arrepentimiento. La abrazo y ella corresponde a mi abrazo.-Yo... no te conté nada de lo que me ocurrió durante estos ocho años aparte de que no he sido capaz de superarlo y además quería evitar que me sintieras lástima aunque más que lástima, culpabilidad.-Me coge de la mano.- Por favor, no llores más que si sigues así, yo también lloraré.-Me seco las lágrimas rápidamente y ella empieza a conducirme hasta su casa. 
No me culpa de nada... ¡NO ME ODIA! Es lo único que puedo pensar ahora. Christine ya está preparada para contarme todo aquello que paso, lo he visto cuando me dijo el nombre de ese hombre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario