jueves, 1 de octubre de 2015

Note

Creo que abandonaré esto de escribir en un blog no por falta de ideas ni nada por el estilo, si no por la poca confianza en mi misma en mis historias que a mi parecer no son buenas pero si me pongo a pensar la única pregunta que me viene a la cabeza es:
¿Qué es una historia buena?
En realidad no lo sé y no me voy a quedar a descubrirlo ya que no serviría de nada ya que los que me leéis sois más bien poco pero he de deciros que muchas gracias por hacerme sentir bien porque escribir me llena de un sentimiento indescriptible pero infinitamente gratificante.
Gracias por haber hecho posible que ese sentimiento llegue a mi y lo único que espero es que esto no sea un "adiós" sino un "hasta luego" .



Así que hasta luego y hasta que vuestros ojos se vuelvan a cruzar con mis palabras.

martes, 26 de mayo de 2015

¡Sorteo en el Boulevard de libros!

En el blog mencionado en el titulo, hay un sorteo y el ganador puede llevarse nada más y nada menos que... ¡Un ejemplar del libro "Hachiko, el perro que esperaba" de Luis Prats! El sorteo tendrá fin  dentro de unos 10 días. Toda información de como participar en este sorteo esta en el link que os dejo a continuación:
http://boulevarddelibros.blogspot.com.es/2015/05/sorteo-hachiko.html?m=1



Participad y mucha suerte a todos :)

miércoles, 20 de agosto de 2014

The Union~Capítulo 45

(Christine)
-Oh, no me digas que estás celoso. -Le digo para chincharle y me devuelva el móvil.
-Sí, lo estoy. ¿Algún problema?-No puedo evitar sorprenderme y sonrojarme ante su respuesta, no esperaba que dijera que si. Apartó la mirada automáticamente. -No apartes la mirada,-me coge de la barbilla y hace que le mire.-mírame a mi y háblame a mi. Sólo a mi. Por favor.
Me ruborizo más cuando me dice eso y su cabeza se acerca cada vez más a la mía y sus labios a los míos. Está tan cerca que puedo notar su respiración. Cuando nuestros labios están a tan sólo unos centímetros, oigo que abren la puerta.
-Vaya, vaya, que atrevidos e impacientes son los jóvenes de hoy en día.-Nathan se aleja de mi despacio bajo la atenta mirada de la enfermera que esconde la mitad de su cara detrás de la carpeta.-Por mucho que os deseéis, ¿no puedes esperar hasta que por lo menos no lleves tubos?-Deja la carpeta en la mesita que hay entre las dos camas y vuelve a colocarle los tubos intravenosos correctamente mientras yo me río.
-Lo siento, no lo volveré ha hacer...
-Además si no recuerdo mal, la herida se abrió hace poco, ¿verdad? No se cómo puedes levantarte y hacer eso con un dolor tan horrible. Supongo que el deseo por tu compañera es más fuerte.-Me río por lo bajo y él, sonrojado, aparta la mirada de la enfermera.
Era una enfermera bajita, regordeta y al parecer, con sentido del humor, me gusta.
Cuando termina de colocarle los tubos, viene a mi para examinarme. Cómo ve que no hay ningún desperfecto, coge la carpeta y la abre.
-Nathan Kenway y Christine Yovanoff, ¿cierto?-Ambos asentimos.
-Bien, 18 y 16, respectivamente.-Volvemos a asentir.- Heridos de bala, misteriosamente... Debo haceros una advertencia, es posible que cuando la herida cicatrice, podáis perder un poco de movilidad del brazo y problemas de circulación pero el problema de circulación no se dará porque no ha rozado ni roto ningún vaso sanguíneo de la zona. Aunque por lo visto, el joven puede mover sin problemas el brazo a si que estaremos observando su evolución señorita Yovanoff.
-Vale, gracias.-Sonrio.
-Ahora vendrán a cambiaros los vendajes. Yo me voy, adiós.
-Adiós.-Decimos al unísono y cuando la puerta se cierra, me mira.
-¿Q-qué?
-Me he quedado con la ganas.-Noto calor en mis mejillas y giro la cabeza, el se ríe.
-I-idiota, n-no te rías.-Me tranquilizo y vuelvo a mirarle.-Me alegro de que te haya interrumpido.
-Lo he notado y también la gracia que te ha echo sus comentarios sobre el deseo y esas cosas.
Nos miramos mutuamente a los ojos y terminamos riéndonos a carcajadas de lo ocurrido.
La verdad, es que en ese momento, me hubiera gustado que me besará.

viernes, 1 de agosto de 2014

The Union~Capítulo 44

(Nick)
Miro al techo, miro al móvil. Al techo, al móvil. ¿La llamó o no la llamó? Llevo así un rato desde que me he levantado. Me gustaría llamarla pero no se que decirla. ¿Estaría bien invitarla a salir así por las buenas? No se, creo que me gusta y no se si quiero hacer lo que hago siempre porque siempre la cagó.
Al final decido llamarla después de mucho meditarlo. Busco en la agenda... Paula White... Aquí está. Y sin pensar, pulso la pantalla y se mi móvil se pone en estado de llamada.
Un pitido. Dos pitidos... Tres pitidos. Vale, no lo cogerá. Cuatro pit...
-¿Si?-Oigo una voz femenina, obviamente ya que es una chica. Parecía que estaba cansada.
-Ho... Hola Paula... Soy Nick Thomp...

-Ah... Sí... Hola Nick.-Su tono parece más alegre.

-Me preguntaba si te había despertado o algo al principio parecía que tenías la voz algo...

-Oh no, ya estaba despierta pero creía que eras un productor y quería hacerme la enferma.-Dice entre risas.

-Menos mal.-Suspiro y ella ríe a través del móvil.- También me preguntaba si hoy estabas libre y te gustaría ir a tomar algo.

-Me encantaría. Conozco un buen lugar y tengo la sensación de que te encantará.-No puedo evitar esbozar una sonrisa.-¿Te importaría si quedamos en la estación Sur a las... Cinco?

-Me parece bien. Me parece bien que elijas un lugar, sinceramente no sabía dónde llevarte.-Ambos reímos.-Allí nos veremos.

-Adiós.-Dice muy contenta al parecer y cuelga. No podría estar más feliz ahora mismo.

Vale... Son las doce de la mañana... ¡Falta muchísimo! Para matar algo de tiempo llamaré a Nathan. Busco "princeso" en mi lista de contactos y pulso al icono del teléfono verde.
Un pitido... Dos pitidos... Tres pitidos... Cuatro pitidos... Cinc...
-¡Nick! ¿Qué quieres?-Está enfado, ¿por qué? ¿Habré interrumpido o algo? Me río para mis adentros.
-Ey tío, primero te me relajas,¿eh?
-Vale... Vale... Pero, ¿qué quieres?
-Estás en el hospital. Ingresado por una herida de bala. Son tu amigo, estoy preocup...
-Estás aburrido, no mientas Nick. Por cierto... Cuando salga te machacaré en el Tekken.-Vale, le he interrumpido. Esa es su forma de decirme que me va a matar. Noe siento querido y cuelgo.
Vale, ya me he divertido un rato pero sigue siendo muy pronto.

Cuando llegó al sitio acordado, ella ya estaba allí, apoyada en una farola y mirando el móvil, está escuchando música con esos cacos tan enormes. Yo también iba escuchando música por el camino pero... Da igual. Nada ver a alguien con el pelo morado la he visto. Con esos pantalones rotos negros y su camisa roja.
Me acercó por detrás suya y le pongo una mano en el hombro. Cuando se sobresalta, no puedo evitar reírme hasta que las lágrimas salen de mis ojos.
-¡Jo!-Se quita los casco y se los pone al cuello.-¿Otra vez?
-Sí, lo siento.-Digo sin parar de reír. Me echa una mirada punzante pero termina riendo ella también.
-Tendré que estar en guardia cada vez que nos veamos, supongo.-Cada vez que nos veamos... Entonces... ¡Quiere que quedemos más veces!
De camino al sitio que me había mencionado por teléfono, intercambiamos opiniones sobre música, películas y demás. Se ríe de casi todas la paridas que digo, eso le suma más puntos.
Un vez allí, tomamos algo y ya entiendo porque dijo que me encantaría, ¡está decorado con un montón de cantantes famosos que habían pasado por ahí. Había guittarras, bajos y un póster de una batería colgados en las paredes. También hay muchos libros, hasta cómics. ¡Este sitio es genial!
-Ya entiendo porque decías que tenías la sensación de que me encantaría.
-Nada más que te vi, note que teníamos gustos parecidos pero nunca me imaginé que tantos como tampoco imaginé que me llamarías tan pronto.
-Oh... Lo siento... Podría haber espera...
-No, no,no, está bien. Me alegra que me llamarás. Hace mucho que salía con alguien como tú y es muy divertido.-Sonríe y sonrió yo también.
Después, fuimos a una tienda de discos, de las mejores que he pisado en mi vida. Y se nos hizo tarde enseguida.
Volvimos al punto de encuentro y nos despedimos cuando me di la vuelta para irme, sentí que alguien me agarra y me abraza por detrás.
-Gracias, me lo he pasado muy bien.-Paula me suelta y cuando me giro para contestarla, ya está entrando en la estación. Sonrió y me voy a mi casa, feliz por ese día. Me pongo mis cacos y me sumerjo en los recuerdos de hoy.

viernes, 18 de julio de 2014

Dragon XII

-Entiendo. Así que te salvó cuando naufragaste.-El viejo Harold mira a su hija, parecen algo sorprendidos.
-Así es. Me prometió que si la acompañaba hasta donde tenía que ir, me llevaría a casa.
-Ya veo.-Aileen se levanta tras decir eso y recoge su parte de cubiertos y vuelve a por los de su padre. Oliver se levanta y Aileen se vuelve a acercar y se lleva los de Oliver.-Parece que Aisha te aprecia.-Susurra la joven.
-¿Qué?-Pregunta el joven que había oído el murmullo pero sólo había entendido "Aisha".
-Bueno...-Comienza a decir Harold y mira a su hija. Parecían estar discutiendo telepaticamente si se lo contaban o no. Al final, después de unos segundos, ella termina asintiendo.-Verás muchacho...-Vuelve a mirar a Oliver que se sienta de nuevo.-A Aisha no le gusta el agua es como una especie de gato pero tiene una explicación. Ella controla el fuego y el agua, como debes saber, es una debilidad del fuego y aparte de eso, tiene un pequeño trauma y no sabe nadar. Por eso nos has sorprendido tanto que nos contarás que te salvo de morir ahogado.
Oliver se pone a pensar el porqué le salvó. Y por fin lo entiende."Aisha". "Parece que Aisha te aprecia".
-Aisha suele salvar a la gente. No es mala como dicen que es. Pero aún así, está muy sola. Por eso te salvó y te ofreció ese trato. 
Se oye mucho ruido de la habitación donde estaba Brown pero el ruido cesa de repente. Los tres bajan la guardia y respiran hondo.
-¡Papá, mamá!-Grita Brown y alarmados, los tres van corriendo a la habitación y ven a una Aisha llena de sudor, con lágrimas saliendo y resbalando por sus mejillas pero aún inmóvil.
Aisha sigue soñando esa cosa tan terrible y no para de resolverse. Aileen se acerca a ella, toma su mano y le acaricia su cara haciendo ruidos para que se calme.
-Ya está... Ya pasó todo Aisha. Tranquila.
Oliver observa la escena sintiéndose inútil. Llevaba viajando con esa chica unos días y no sabía que algo la atormentaba de esa manera. Al ver que se tranquiliza, Harold se lleva a Oliver fuera de esa sala mientras Aileen sigue agarrandola de la mano.
-No tienes porqué sentirte así, Aisha no suele hablar mucho de ella. De echo nunca habla de ella y siempre intenta evitar el tema.
-Me gustaría saber que la atormenta tanto.
-Eso es algo que tiene que decidir si contártelo o no pero si te puedo decir porque está tan apurada para llegar a su destino.
-Por el momento, me parece mejor saber dónde me dirijo.
-Os dirigís a Kushu, la ciudad dónde está el grupo al que pertenece, Windmill.

miércoles, 16 de julio de 2014

The Union~Capítulo 43

(Nathan)
Cuando abrí los ojos, me ciega un rayo de sol y cuando se me aclaró la vista, vi lo quería ver, Christine seguía allí tumbada y aún dormida. Parecía en paz como si nada hubiera pasado.
Me incorporó y miro por la ventana que hay detrás de ella aunque sólo se divisaban unas pocas copas de árboles y un par de árboles más grandes que los otros.
-Buenos días.-Al bajar la mirada veo que Chris me sonríe.
-Buenos días.-Yo también sonrió.
Se incorpora y mira también por la ventana.
-Es una pena que no tengamos buenas vistas.
-Pues si... Nos pasaremos viendo copas de árboles durante una buena temporada.
-A no ser...
-A no ser... ¿Qué?
-Ya sabes a lo que me refiero Nathan pero tú no querrás.
Se hace el silencio. Odio estos momentos. Claro que quiero salir de aquí pero escaparse no es buena idea.
En ese momento, la puerta de la habitación se abre estrepitosamente y una hiperactiva Anne Walker hace su aparición.
-¡Anne!
-¡Christine!- Se acerca a su cama.-¿Qué te ha pasado?
-No es nada grave tranquila An.-Anne la mira de manera dudosa y se gira a mirarme.
-Deberías haberla protegido, los amigos se protegen.
-Yo no tengo la culpa de que terminaramos así además yo también estoy herido.
-Pero ella es más importante que un despojo como tú.
-¿¡Qué has dicho!? Maldita marginada.
-¿Yo? ¿Marginada? Perdona pero aquel él único marginado ere...
-¡Basta ya! Parecéis unos putos críos. Daos cuenta de dónde estáis, estáis en un hospital. Dejaos los piques hasta que salgamos de aquí. ¿Vale?-No recordaba que Christine tenía esos prontos. Anne me mira, parece que ella también se ha cagado.
-Vale-decimos al unísono.
-Así me gusta.
-No sabía que dabas tanto miedo. Había venido solamente a verte y traerte esto.-Y le muestra la cesta llena de fruta que había mantenido a su espalda todo este tiempo.
-Oh, muchas gracias An.-Se abrazan.
-De nada, Chris. Ya nos veremos tú y yo.-Me dice con los ojos entrecerrados.
-Lo espero con ansias.-Nos miramos desafiantes. Anne se va hacía la puerta.
-Adiós Chris tengo que volver al trabajo.
-Vale, adiós An. Gracias por venir.
-De nada mujer.-Se sonríen y antes de cerrar la puerta, Anne se vuelve a asomar.-Él otro día me encontré a Robert. Estaba preocupado porque llevabas bastante sin pasarte por el club. Asegurate de llamarle.
-Vale.-Anne sale de escena.
Yo me pregunto por qué se ha echo amiga de las personas que más odio. Bueno a Anne no la odio, como ella la tomo conmigo yo la tome con ella. Pero con Luke y Robert. ¿Por qué? Cuando se dispone a llamarle, como un autorreflejo, le quitó el móvil.
-¿Qué haces?-Protesta Chris.-Devuelveme el móvil.
-No. No habláras con Luke o Robert mientras yo esté en tu presencia.
-Oh, no me digas que estás celoso.

"No me digas que estás celoso". "Sí, lo estoy" Habla sólo conmigo, estoy delante tuya.
-Sí, lo estoy. ¿Algún problema?-Puedo notar la sorpresa de Christine tras mi respuesta y como sus mejillas iban tomando un tono rojizo.-No apartes la mirada,-le cojo la barbilla y hago que me mire.-mirame a mi y háblame a mi. Sólo a mi. Por favor.

martes, 15 de julio de 2014

Dragon XI

Pasan las horas y todo sigue como antes, el viejo y la chica curándola y Oliver en la misma sala y en la misma postura aún comiéndose la cabeza por lo sucedido.
Desesperado, se levanta y mira por la ventana. No se había dado cuenta de que había pasado tanto tiempo. Habían llegado de día y ya estaba anocheciendo. Oliver pensaba que ellos habían tenido complicaciones y empezó a inquietarse. De la chimenea hasta las ventana,de la ventana hasta la chimenea y así repetidas veces hasta que el hombre canoso sale de la habitación sudoroso y se quita los guantes llenos de sangre.
-Bueno muchacho, lo primero de todo antes de que rompas algo,=Oliver ya había clavado la mirada en aquel hombre pero no se había detenido. Cuando se dio cuenta que iba a continuar, Oliver se detiene.- Aisha está bien. Ha sido muy difícil reconstruirla pero esta bien solamente necesitará descansar mucho y demasiado tiempo de reposo.
-Está bien, gracias por su ayuda. Soy Oliver.-Tiende la mano.
-Yo Harold.-En ese momento, la chica sale de la habitación con todas las herramientas usadas en la curación de Brown ensangrentadas.-Ella es mi hija Aileen.
-Puedes ver a Aisha.-Dijo Aileen en un tono frío dejando el cubo con los utensilios al lado de una pila de agua dispuesta a lavarlos.
Oliver pasa a ese cuarto y al ver a Brown tan indefensa y malherida, él se derrumba. Todo ha sido culpa suya. Sin poder evitarlo, llora encima de las blancas sábanas que recubrían el cuerpo inmóvil de Aisha y sin parar de pedir perdón.
-Ella no te culpará.-Sorprendido, Oliver levanta la cabeza y ve a Aileen apoyada en el marco de la puerta.-Ella puede tener una personalidad retorcida a veces pero en realidad es una buena persona. No se que habrá pasado pero seguramente que no te culpará, de eso estoy segura.
-Gracias Aileen.=se seca las lágrimas.
-Anda ven y cena con nosotros. No siempre viene alguien acompañado a Aisha.
Salen de ahí y van a la sala inicial. Allí está Harold con una olla en el fuego de la chimenea. Con un gesto amable, indica a Oliver que se siente en la mesa y al cabo de un minuto, le sirve un plato de guiso.
-Esto es todo lo que podemos ofrecerte Oliver.
-No se preocupe Harold, es más que suficiente.-Aileen coloca un vaso de agua delante del chico y se sienta a su lado para comer.
-Bueno Oliver, cuéntanos lo que te hizo viajar con Aisha.
-¿No me vais a pedir una explicación de lo ocu...?
-Ya habrá tiempo para eso además es mejor para ti mantener eso fuera de tu cabeza.-Dice Aileen.
-Aileen tiene razón, esperaremos que Aisha se despierte para que nos contéis lo ocurrido. Ahora cuenta, es bastante inusual que ella viaje con alguien.
-Pues vereis... Era un día de mucha niebla y yo...
En aquella acogedora casa, en ese preciso instante Oliver les contó a Harold y Aileen la historia de cómo conoció a Aisha.