miércoles, 15 de enero de 2014

La Organización~Capítulo 4

Abro los ojos y me encuentro en mi cama. ¿Cómo he llegado aquí? Que yo sepa no soy sunambula y no puedo caminar a si que la pregunta es... ¿Quién me ha traido a mi habitación? Aunque por lo menos, no estoy en la enfermería. Es grande pero no me gusta estar allí. Vuelvo a cerrar los ojos, quiero domir más. Cuando estoy cogiendo de nuevo el sueño,alguien llama a la puerta.
-No estoy.-Ese alguien abre la puerta como esperaba que hiciera a si que anteriormente, me tapé hasta la cabeza con la sábana.

-Emma es hora de levantarse.
-No puedo moverme a si que no puedo hacer nada. A si que dejame dormir.-Me destapa y la luz me da lleno, cuando se me aclara la vista, veo la cara de Kyle a si que retrocedo.Se ríe y se dirije a cojer la silla y a plegarla. La pone a mi lado y yo me destapo.
-Te ayudaré.
-Puedo hacerlo yo misma.
-Insisto.-Al final se sale con la suya. Me coje y lentamente me sienta en la silla.
Empieza a empujarla por los pasillos de la base hasta la cocina, allí, unos cuantos están desayunando, los demás estan en la sala. Yo todavía me sigo preguntando como llegue a mi habitación pero lo dejo pasar porque no tiene la menor importancia.
-Emma, ¿Cómo está tu pierna?-Me pregunta Lee, parece sentirse culpable aunque le he dicho muchas veces que no tiene que sentirse así.
-Está bien, ya no me duele. ¡Quiero caminar ya!
-Después te revisaré la herida.-Peter se da la vuelta para mirarme mientras bebe café, entonces asiento.
-Toma Emma.-Mark me deja el desayuno en la mesa. La comida de Mark es... Deliciosa.
-Muchas gracias Mark.
Empiezo a comer y me terminó rápidamente. Cuando abro la boca para decirle a Mark que todo estaba muy rico, el suelo comienza a temblar pero al momento, el temblor cesa.
-¿Qué cojones acaba de pasar?-Pregunta Lee mirando a los demás y nadie se da cuenta de que me caído. Cuando va a mirarme a mi rápidamente me levanta.
-¿Qué coño ha...- Kyle no termina la frase porque de repente, se oye una explosión. Parece que ha venido de la entrada.
-Emma quedate aqui.-Dice Lee sentandome en la silla mientras los demás salen ha ver lo que ha ocurrido.-Por nada del mundo salgas de aquí, ¿de acuerdo?-Asiento, sonríe, me acaricia la cabeza y sale corriendo de la habitación.
Se oyen gritos, eso significa que hay intrusos, pero no son de aqui, no sé de dónde podrán ser pero sé lo que están diciendo perfectamente. Creo que son... Italianos...
También se oyen disparos. No puedo quedarme con los brazos cruzados en una situación asi. Aprieto los reposabrazos. Me levanto y salgo por la puerta. Hay dos por el suelo, tres heridos de bala y los demás peleaban como podían, eso de nuestro bando. Del suyo, solamente dos heridos y dos hombres en el suelo.
Doy un puñetazo en la pared y todos paran para mirarme. Ellos estaban sorprendidos y con cara de preocupación.
-¡Peter!-Chillo.- Llevate a los inconscientes a la enfermería y los heridos que puedan caminar que también vayan ahí. Yo me ocuparé de esto.-Peter asiente y me obedece sin más remedio. Los heridos se retiran junto a Peter.
-¿Tú? ¿Ocuparte de nosotros?-Dice un hombre regordete con una pistola entre sus manos. Mira a sus compañeros y comienzana reír, sus carcajadas son muy sonoras.-¿Qué puede hacer una chica como...-Intenta ponerme una mano encima a si que la esquivo y agarro su brazo y se lo pongo en la espalda para inmovilizarle un poco.
Después le doy una patada en el hueco de la rodilla y cae al suelo mientras sigo sujentandole el brazo. Sus compañeros se quedan asombrados.
-¿Dónde está Mars? -Pregunta el inmovilizado.
-Eso a ti,- le doy una patada en la cabeza,- no te incumbe.
Sus compañeros, con rabia, me miran y reanudan su ataque.
-¡No dejeís que estos inútiles vayan a por Mars!
-¡Sí!-Contestan todos a la vez.
Muchos hombres se acercan para atarme pero son muy lentos, no me cuesta nada esquivarlos y dejarlos en el suelo.
La puerta está totalemente destruida y el sol entra con mucha fuerza dentro de la base. De repente veo una sombra masculina, seguramente pertenecía a un hombre muy grande. Ordena a todos sus trabajadores que paren el ataque y ellos paran de inmediato. Se quejan y él hombre misterioso los calla. Se acerca más a mi hasta quedar solo a unos metros.
Era un tipo muy alto, rubio y con ojos azules.
-Siento el ataque tan repentino, señorita.-Se agacha y toma mi mano. Le da un beso.- ¿Sería tan amable de decirme dónde está Mars?-Me mira aún sosteniendo mi mano.
-No permitiré que molestes a Mars. Lo que tengas que decirle a él, dimelo a mi.-Se levanta y su mirada era como cuchillas muy afiladas clavandose sobre mi piel. Tengo miedo. No puedo dejar que nadie se de cuenta.
-Volveré a preguntar... ¿Dónde está?
-No se lo diré, no permitiré que molestes a...- Me deteng,alguien me ha tocado la cabeza.
-Demsiado tarde Emma. No deberías haberte levantado. Estoy aquí, ¿Qué quieres de mi?

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