(Nathan)
El comportamiento de Christine era antinatural, su "Me alegra mucho oír eso" y su sonrísa... Su sonrísa... No era de las de siempre, le pasaba algo pero soy tan estúpido que no he podido preguntar. Otro día le preguntaré como ha sido su vida pero... Seguro que aquello le cambio la vida... De una manera distinta a la mía, por supuesto, pero yo... Nunca olvidaré ese día en la que... La secuestraron y yo no fuí capaz de impedirlo, está culpa nunca desaparecerá. Si se lo cuento a alguien, seguramente que dirá que obviamente que un niño de 9 años no podía salvar a una chica a punto de ser secuestrada y que no me sintiera culpable... Pero yo... Mierda, ya estoy llorando de nuevo, siempre que le doy vueltas a este asunto termino igual.
Ahora solo quiero dormir. Voy al baño y me lavo la cara. Tal cuál, me tumbo en mi cama, al lado de Nikki y cierro los ojos. Mi cabeza no deja de repetirse la misma palabra, "inútil", sí soy un inútil.
Por una rendija, un madrugador y cabrón rayo de sol me despierta. Maldito sol... ¿Por qué no saldrás más tarde? Cojo el móvil, las 9:15, una llamada perdida y tres mensajes. La llamada y un mensaje era de Nick y los otros dos mensajes eran de chicas, lo intuyo, pero no las conozco, creo. Me revuelvo más el pelo y descalzo voy a la cocina, me preparo el desayuno y antes de sentarme a desayunar, me doy en el meñique del pie derecho, pego un chillido y me balanceo en la silla hasta que se me pasa el dolor, la mesa quiere darme los "malos días" porque un sábado que empieza así, acabará aún peor. Llevo el uniforme todavía, está todo arrugado, bueno... Da igual. He dormido con uniforme, una experiencia nueva. Me cambio de ropa, me coloco el pelo, me calzo mis deportivas negras y salgo a la calle.
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